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1. Descripción del ámbito de actividad
1.1 Conceptos
1.2 Materias primas
1.3 Fases de fabricación
1.4 Dimensiones de las empresas
1.5 Cuestiones relativas al emplazamiento
2. Impactos ambientales y medidas de protección
2.1 Tratamiento de las fibras
2.2 Hilanderías y fabricación de hilados
2.3 Tejedurías, fábricas de géneros de mallas y de punto
2.4 Ennoblecimiento textil
2.5 Impactos generales
3. Análisis y evaluación de impacto ambiental. Fuentes de referencia
3.1 Mantenimiento de la pureza del aire
3.2 Protección frente a ruidos
3.3 Mantenimiento de la pureza del agua
4. Relación con otros ámbitos de actividad
5. Evaluación sinóptica de la relevancia ambiental
1. Descripción del ámbito de actividad
1.1 Conceptos
Bajo el concepto de "empresa textil" se entiende de un modo muy general un lugar de fabricación que trabaja con materiales hilables, como fibras, hilos, torzales, tejidos, géneros de mallas, telas no tejidas, fieltros, pieles sintéticas y artículos similares.
La industria de la "confección" procesa la mayor parte de los productos de la industria textil. En el presente capítulo, se hablará solamente de la "industria textil".
1.2 Materias primas
Originalmente, la industria textil sólo procesaba materias primas naturales de origen vegetal y animal, en la mayoría de los casos provenientes del propio país (de origen vegetal: algodón, lino, sisal, ramio, yute; de origen animal: lana, seda, cabellos). Sin embargo, la proporción de fibras artificiales (fibras de celulosa regenerada, como seda artificial, viscosa obtenida de la madera y de los residuos del algodón y más adelante fibras totalmente sintéticas, como poliamida, poliacril y poliéster, provenientes todas ellas a la postre de la materia prima petróleo) en la demanda global de fibras sigue creciendo en todo el mundo. En 1990, la industria de fibras sintéticas cubrió aproximadamente el 45% de la demanda mundial de fibras textiles, representando un volumen de 42,9 millones de toneladas.
La fabricación de fibras sintéticas y los problemas medioambientales resultantes no son objeto de este capítulo, ya que se trata de un subsector de la industria química.
1.3 Fases de fabricación
1.3.1 Tratamiento de las fibras
En la cosecha, todas las fibras naturales contienen sustancias extrañas e impurezas, y para poderlas hilar tienen que ser sometidas, en parte, a complejos procesos de tratamiento. La mayor parte de las fibras naturales se producen fuera de las naciones industrializadas, en los países tropicales o subtropicales donde tiene lugar, por lo menos, el tratamiento primario. Por ejemplo:
- el desgranaje del algodón,
- el descrudecimiento del sisal, cáñamo y lino,
- el devanado y descrudecimiento de la seda y
- el lavado de la lana.
Hoy en día, las fibras naturales se obtienen en gran escala, es decir, en "fábricas agrícolas" en las que predomina el monocultivo. Los problemas que ello conlleva (roturación de nuevas superficies de cultivo, transformación de los suelos en estepas, dificultad de realizar una reforestación con árboles jóvenes debido a una explotación abusiva de pastos y similares, problemas sociales) deben tenerse en cuenta a la hora de planificar los emplazamientos y explotaciones.
1.3.2 Hilanderías y fabricación de hilados
La fabricación de hilados/hilos/torzales se realiza, en función de la materia prima y de la finalidad ulterior, en hilanderías especiales: hilanderías de algodón o de 3 cilindros, hilanderías de lana peinada, de lana cardada, de fibra de líber etc., si bien la mencionada en primer lugar es la más frecuente. En los dos últimos decenios, junto al clásico procedimiento de hilatura con anillos, se ha establecido firmemente el "procedimiento de hilatura de cabos abiertos mediante rotor", con el que se han reducido considerablemente los costes de producción, en especial en el sector de los hilados más gruesos.
Todas las hilanderías trabajan más o menos con el mismo procedimiento: el material fibroso se limpia de nuevo (si es necesario), se paraleliza y se hila estirándolo y torsionándolo al mismo tiempo en dirección axial. Una parte del hilado obtenido de este modo es retorcido de nuevo, es decir, dos o más hilos son unidos bajo torsión conformando un hilo "retorcido".
Actualmente los hilos terminados se suelen suministrar a los siguientes niveles de procesamiento en forma de las llamadas bobinas cruzadas, es decir, bobinas con un peso entre 0,8 y 3,5 kg.
1.3.3 Tejedurías, fábricas de géneros de mallas y de punto
De estas tres técnicas de producción de materias textiles, la tejeduría es, con mucho, la más importante. Al tejer, se forma un entramado de hilos de una fontura, la llamada "urdimbre", configurando un tejido mediante la introducción de "pasadas de hilos" que transcurren en ángulo recto. Las máquinas de tejer necesarias para realizar esta operación han experimentado un considerable progreso técnico en los últimos 20 años, lo que ha contribuido a un sensible aumento de la producción.
Una característica especial de la fabricación de artículos tejidos es el encolado. Para determinados artículos es necesario proteger uno de los dos sistemas de hilos, la urdimbre, mediante una especie de recubrimiento de cola. Para ello, se aplica un revestimiento protector sobre el entramado de la urdimbre mediante un tratamiento por inmersión, p. ej., con almidón modificado o polímeros sintéticos.
A diferencia de los géneros tejidos, los géneros de punto por urdimbre o por trama tienen solamente un sistema de hilos, es decir, los hilos conformados en mallas transcurren en dirección transversal o longitudinal. Estos géneros se fabrican en máquinas tricotosas rectilíneas o circulares, en máquinas Cotton rectilíneas o circulares y en telares Ketten.
1.3.4 Ennoblecimiento textil
Bajo el concepto ennoblecimiento textil se entiende el blanqueo, tinte, estampado y acabado de los productos textiles en las diversas fases de su procesamiento (fibra, hilo, tejido, género de punto por urdimbre, género confeccionado). Con ello se intenta elevar la utilidad de los productos y adaptarlos a las necesidades funcionales y a los requerimientos de la moda en constante evolución.
Los procedimientos de ennoblecimiento se pueden dividir en meramente mecánicos y en húmedos. Los líquidos que se utilizan son principalmente el agua y, en menor medida, los disolventes, así como gas de amoníaco licuado. Otro elemento importante es el vapor de agua. Para lograr los efectos deseados se utiliza un gran número de productos químicos, colorantes y agentes auxiliares químicos.
En comparación con la producción textil, las empresas dedicadas al ennoblecimiento de los productos textiles, suelen ser más pequeñas, con una oferta más diversificada y menos automatizadas.
1.4 Dimensiones de las empresas
1.4.1 Hilanderías
La capacidad de una hilandería se mide en "husillos" o en "rotores", es decir, en el número de las correspondientes unidades instaladas.
Comparando los rendimientos, un rotor equivale aproximadamente a 3 - 4 husillos.
En la República Federal de Alemania, las hilanderías de algodón tienen por término medio 13.000 husillos y 1.100 rotores, y cuentan con 150 empleados. Las hilanderías de lana cardada/peinada tienen aproximadamente 9.500 husillos y 120 empleados.
En los países productores de materias primas, las dimensiones de las empresas suelen ser sensiblemente superiores a los valores medios (hasta 120.000 husillos/empresa).
1.4.2 Fábricas de géneros de punto, de mallas y tejedurías
En el caso de las tejedurías, por regla general las capacidades se indican en el número de máquinas de tejer.
En la República Federal de Alemania, las dimensiones medias de las empresas son de 46 máquinas y de 106 empleados. La mayoría de las tejedurías en los países productores de materias primas, son unidades mucho mayores de hasta 2.000 máquinas por fábrica.
En el sector de las fábricas de géneros de punto y de mallas, el número de unidades de producción instaladas no permite extraer conclusiones directas sobre la capacidad de producción, ya que aquí, aparte de géneros por metro se fabrica una gran variedad de géneros terminados (prendas exteriores, ropa interior, y calcetería).
Las capacidades se exponen aquí, en función del tipo de producto, en toneladas (géneros por metro), en 1.000 unidades (prendas exteriores y ropa interior), en 1.000 pares (calcetería) o en 1.000 m² (cortinas). En la República Federal de Alemania, el tamaño medio de las empresas en el año 1991 era de 91 empleados.
1.4.3 Ennoblecimiento textil
En función de los productos ennoblecidos, las capacidades se expresan en Tm/año (fibras, hilos, géneros de mallas), en millones de m²/año (tejidos) o en 1.000 unidades/año (artículos confeccionados).
En la República Federal de Alemania, en el año 1990 y para un total de 320 empresas del ramo, se calcula una producción media aproximada de 2.500 Tm de mercancía ennoblecidas por empresa y año, con un promedio de 116 empleados por factoría.
Las grandes empresas de Estados Unidos y Asia presentan capacidades de hasta 50.000 Tm/año.
1.5 Cuestiones relativas al emplazamiento
En los proyectos de la industria textil hay que dedicar una atención especial al elevado consumo de agua en la fase de ennoblecimiento. Además, hay que prever la posibilidad de eliminar las aguas residuales.
A medida que avanzaba el proceso de automatización, han disminuido las necesidades de superficie de la industria textil. Las nuevas empresas tienen una estructura más compacta para reducir, entre otras cosas, los tramos de transporte. El área necesaria para una empresa vertical de tamaño medio es de aprox. 60.000 m², incluyendo patios, calles y la infraestructura necesaria con posibilidades de ampliación.
2. Impacto ambiental y medidas de protección
2.1 Tratamiento de las fibras
Antes de su procesamiento, todas las fibras naturales tienen que ser preparadas y liberadas de los diferentes productos extraños.
En algunos casos, los productos derivados de la preparación (semillas de algodón y de lino, grasa de lana, sericina) son productos de elevado valor. Los residuos secos se pueden devolver, en principio, al suelo a modo de fertilizantes. Como tratamiento adicional se recomienda el compostaje. De este modo, una gran parte de los "desechos" que quedan al limpiar las fibras naturales deben considerarse como sustancias valiosas que, no obstante, precisan de un tratamiento adicional.
En cuanto a las emisiones, solamente el desengranado del algodón y el lavado de la lana virgen tienen especial importancia.
Solamente una tercera parte del peso de la cápsula del algodón consta de fibras hilables. En el desengranado del algodón, que por lo general se realiza in situ, se obtiene como producto derivado la semilla del algodón, de la que se puede obtener aceite y harina. Otro producto derivado lo constituyen las fibras cortas (Linters), que se utilizan, entre otras cosas, para la fabricación de seda artificial y viscosa. Las cáscaras y residuos representan aprox. el 15% del peso de la cápsula que pueden ser devueltos al suelo.
El desengranado es un proceso seco y mecánico en el que se origina mucho ruido y polvo. Mientras que este último se puede limitar en las empresas modernas mediante la utilización de instalaciones de ventilación y filtrado, en el caso del ruido es absolutamente necesario llevar colocada siempre una protección acústica individual.
Mucho más problemáticas son las emisiones derivadas del lavado de la lana virgen. Al contrario que en el desengranado del algodón, el lavado de la lana virgen se realiza de forma centralizada en grandes fábricas, lejos del lugar donde se obtienen las fibras. Por kg de lana lavada se obtienen entre 300 y 600 g de sustancias derivadas. Junto a las valiosas grasas de lana aprovechables para fines técnicos y cosméticos, la solución de lavado contiene también biocidas y productos similares que se han introducido en la lana de oveja, de modo que el lavado de la lana virgen representa sin duda alguna una de las mayores cargas para las aguas residuales en la industria textil.
Por lo general, hoy se recupera la grasa de la lana antes de evacuar el agua.
Asimismo, se necesitan complejas instalaciones depuradoras para tratar las aguas residuales altamente contaminadas (demanda química de oxígeno aprox. 15.000) conforme a las normas sobre emisarios (para la limpieza de las aguas residuales, ver también los capítulos relativos a la construcción de máquinas, talleres, astilleros y disposición de aguas residuales).
2.2 Hilanderías y fabricación de hilados
Debido al elevado número de revoluciones de los husillos de las nuevas máquinas (anillo hasta 20.000 r.p.m., rotor hasta 110.000 r.p.m.) en todas las hilanderías se producen considerables molestias acústicas.
En las áreas de trabajo existen niveles sonoros de 70 hasta 100 dB (A).
Como el proceso de hilado exige un clima lo más constante posible en lo que se refiere a temperatura y humedad relativa del aire, independientemente de la hora del día y de la estación del año, en la actualidad casi todas las hilanderías trabajan con potentes instalaciones de aire acondicionado. Para limitar los gastos derivados de esta climatización, los edificios tienen que estar térmicamente aislados del exterior. Esto hizo que en los años 60 y 70, las construcciones de las empresas textiles se realizasen sin ventanas y con unos valores de aislamiento térmico y de amortiguación acústica muy elevados.
Desde los años 80, el tipo de construcción sin ventanas ya no está autorizado a causa de los problemas fisiológicos y psicológicos que produce en los empleados. Para mejorar la configuración de los puestos de trabajo, se preverán ventanas que ocupen entre el 2 y el 5% de la superficie de la planta de la empresa. Las ventanas deben tener vidrios especiales.
El elevado esfuerzo mecánico a que se someten las fibras en el proceso de hilado ocasiona una considerable formación de polvo que debe aspirarse cuidadosamente para proteger el puesto de trabajo y mantener la pureza de la producción. Para evitar las emisiones y eliminar el polvo se coloca un blindaje especial en las máquinas y mediante instalaciones de aire acondicionado se logra una circulación del aire en las salas; el aire de retorno es conducido a través de dispositivos automáticos de filtrado. La eliminación del polvo de los filtros no ocasiona dificultades, pues es inofensivo.
2.3 Tejedurías, fábricas de géneros de mallas y de punto
Aunque en los últimos veinte años, precisamente en el sector de las tejedurías se han registrado unos considerables progresos técnicos, las molestias acústicas y las vibraciones ocasionadas por los telares automáticos constituyen un problema de difícil solución.
Según el modo de construcción, tipo, equipamiento, colocación y número de máquinas empleadas, estructura de los tejidos, clase y dimensiones de los edificios, etc., los niveles sonoros en el interior de las salas de tisaje pueden oscilar entre 85 y 108 dB(A). Las vibraciones transmitidas por las máquinas a las edificaciones pueden ocasionar, en determinadas circunstancias, molestias para el vecindario y daños en los edificios. Por ello, actualmente, para evitarlo se han previsto amortiguadores especiales de vibraciones. En general, para las emisiones de ruidos y polvo rigen las mismas consideraciones que las expuestas en el caso de las hilanderías.
En el encolado de los hilos de urdimbre que se realiza en las tejedurías también surgen problemas de emisiones.
Los materiales utilizados en el encolado son productos naturales, como celulosas y almidones, y productos sintéticos, como alcohol polivinílico, acrilatos, PVC, aceites y grasas.
Los vapores que se forman en el proceso de secado constan en su mayor parte de vapor de agua. Los productos de encolado contenidos en reducidas proporciones, no se consideran como contaminantes.
En cambio, los baños de encolado son calificados como "concentrados" en el proyecto de Anexo 38 al Reglamento Administrativo General de Aguas Residuales, según el cual en Alemania dichos baños ya no pueden verterse a las aguas residuales.
El encolado tiene repercusiones mucho más graves en la fase de ennoblecimiento textil, que sigue a la anterior, en la que primeramente hay que eliminar toda la cola. En las plantas dedicadas al ennoblecimiento, en las que se procesan principalmente géneros tejidos, hasta un 50% de la contaminación de las aguas residuales puede deberse a las colas desprendidas en el lavado.
En los Estados Unidos se observa la tendencia a emplear colas reutilizables; de este modo, la empresa dedicada a las tareas de ennoblecimiento se ve descargada de una operación y además, gracias a la reutilización, se ahorra hasta el 90% del producto encolante. En Europa, donde la industria textil, a diferencia de Estados Unidos está estructurada principalmente de modo horizontal, esta tendencia no se ha impuesto todavía. Desde el punto de vista de la recuperación, de creciente interés económico, la neutralización de las colas podría derivar en una cierta reducción de la contaminación ambiental en el sector de los géneros tejidos.
En la industria de géneros de mallas (fábricas de géneros de mallas y de punto), las emisiones son sensiblemente inferiores a las de las tejedurías. Las molestias acústicas son de 77 a 90 dB(A). Asimismo, apenas se producen emisiones de polvo y vibraciones. Más problemáticos son los productos deslizantes aplicados sobre los hilos, pero , de modo similar al encolado de los hilos de urdimbre, solamente son relevantes en la fase de acabado textil, ya que es allí donde contaminan las aguas (en el lavado) o el aire (en la termofijación).
2.4 Ennoblecimiento textil
A diferencia de la fabricación textil, el ruido apenas desempeña ningún papel destacable en el proceso de ennoblecimiento. Por contrario, se originan emisiones perceptibles por el olfato derivadas de los procesos de secado y de termofijación. Las más importantes son las sustancias contaminantes del agua que van a parar a la misma durante la limpieza y los diversos procesos de ennoblecimiento. Al mismo tiempo, la industria ennoblecedora textil consume un volumen de agua relativamente elevado y produce un elevado caudal de aguas residuales.
Respecto al consumo de agua en la fase de ennoblecimiento, solamente se pueden realizar observaciones aproximadas (ver tabla 1), ya que depende no sólo del tipo de fibra a procesar sino también del artículo, de la clase y nivel de ennoblecimiento así como de la tecnología aplicada (procedimiento continuo/ discontinuo) y del volumen de los pedidos. En 1988 el consumo específico de agua de la industria alemana de ennoblecimiento textil fue de 120 l/kg de género, según el último estudio realizado por la Asociación de dichas industrias. /3/
Tabla 1 - Consumo de agua en la industria textil (modificado según /1/)
Tipo de fibra/acondicionamiento | Consumo medio de agua en l/kg de material |
a) según tipo de fibra | |
Algodón | 50-120 |
Lana | 75-250 |
Fibras sintéticas | 10-100 |
b) según el acondicionamiento | |
Floca/hilado | 100-200 |
Malla | 80-120 |
Estampado | 0-400 |
2.4.1 Contaminación de las aguas residuales
Si las industrias ennoblecedoras textiles están establecidas en zonas donde existen potentes plantas depuradoras municipales, las aguas residuales textiles, después de una depuración mecánico-biológica en estas instalaciones, van a parar preferentemente a los emisarios (descarga indirecta). Si no existe esta posibilidad y las aguas residuales tienen que descargarse directamente en un emisario, antes tienen que tratarse en una planta depuradora propia de la empresa de acuerdo con las normas legales (descarga directa). (Para más detalles respecto a las normas en vigor en Alemania, ver el apartado 3.3).
La mayoría de las sustancias que se vierten en las aguas residuales son biodegradables. Sin embargo, en el proceso de biodegradación, los compuestos vertidos en las aguas abiertas (emisarios) pueden reducir el contenido de oxígeno del agua por debajo del nivel necesario para que el agua esté sana y ocasionar la putrefacción de la misma.
En el ennoblecimiento textil se utilizan además toda una serie de compuestos que no son en principio biodegradables.
Se exponen aquí brevemente los siguientes tipos de contaminantes de las aguas residuales:
Para los colorantes y algunos tensidas de difícil degradación (que se han ido sustituyendo progresivamente por otros de mejor degradación biológica) la limpieza mecánico-biológica descrita más arriba no es suficiente si no se dispone de suficiente biomasa para absorber los colorantes (el enlace con la proteína bacteriana de lodo excedente es la vía principal para la eliminación de los colorantes solubles en agua; ver también al respecto el apartado 3.3). Conforme a la experiencia existente hasta ahora, en la mayoría de los casos es necesaria una combinación de los tratamientos físico-químicos y biológicos de las aguas residuales para lograr una limpieza satisfactoria. Para ello, las subcorrientes fuertemente contaminadas (p. ej., baños de color) deben tratarse por separado.
Sustancias sedimentables
Los valores sobre las sustancias sedimentables que se acostumbran a determinar en las aguas residuales, están sometidos a grandes oscilaciones; dependen de muchos factores, tales como el procedimiento de ennoblecimiento, el tipo de fibra o su acondicionamiento y si el tratamiento es continuo o por cargas. Ocasionalmente, las sustancias no disueltas se quedan incluso en suspensión y no se pueden filtrar sin más. La mayoría de los valores son inferiores a 50 ml/l.
Metales pesados
Según el estado actual de la técnica, la contaminación de las aguas residuales textiles por metales pesados es limitada. El cadmio está prácticamente ausente y el mercurio solamente en la medida en que se añada a la sosa cáustica y al ácido clorhídrico (fabricación con electrodos de mercurio). En algunos procedimientos de tintura las aguas residuales pueden contener cromo, cobalto y cobre -derivados de procedimientos de acabado de alta calidad (wash and wear = artículos de algodón de fácil cuidado)- o cinc (en cantidades muy reducidas, en la mayoría de los casos inferiores a 1 mg/l).
Hidrocarburos
Una contaminación más grave la constituyen los hidrocarburos. En su mayor parte, son aportados por los hilos que contienen un revestimiento aceitoso para lograr unas determinadas características de deslizamiento. Otra posible fuente son los restos de agentes de apresto (impregnación).
Compuestos orgánicos halogenados
Otra concentración seria son los compuestos orgánicos del cloro. El parámetro acumulativo AOX (compuestos orgánicos halogenados absorbibles), introducido para las aguas residuales abarca un espectro de sustancias muy diversas, prácticamente incomparable en sus características ecológicas y toxicológicas (hidrocarburos clorados muy volátiles, PVC, pigmentos verdes no tóxicos, clorofenoles tóxicos, etc.).
Las Fuentes principales del parámetro acumulativo son los blanqueos al cloro, el acabado de antifieltrado de la lana, el acelerador de la tintura (carrier) que se emplea para el tintado de fibras sintéticas, colorantes reactivos con cloro y jabones disolventes enriquecidos con disolventes de la serie de hidrocarburos clorados (per), como los que se emplean exclusivamente en la "limpieza en seco" para el desengrasado de los artículos de poliéster.
Entretanto, se han reducido notablemente las cantidades de algunos compuestos considerados altamente contaminantes para el medio ambiente. Mientras antes se empleaba hasta un 5% de carrier (acelerador de la tintura en las fibras de poliéster) en relación con el peso de la mercancía, en la actualidad la tintura se realiza primordialmente en instalaciones de alta presión en las que, por meros motivos de precaución, solamente es necesario aprox. un 0,5% de carrier y además sólo a base de ésteres aromáticos.
El pentaclorofenol (PCP) que antes se utilizaba ocasionalmente para elevar la resistencia a la putrefacción de los tejidos pesados, está prohibido desde 1986. Por otro lado, con las fibras naturales se incorporan con frecuencia sustancias emparentadas con los productos fitosanitarios, como ácidos fenoxiacéticos clorados, hexaclorociclohexanos, DDT y sus derivados.
Tensidas/detergentes
Una concentración de efectos al menos tan importantes como los descritos anteriormente es la derivada de las sustancias tensoactivas o humectoras, los llamados tensidas o detergentes. Se emplean como productos de lavado, emulsionantes, humectantes, correctores de los procesos de tintura, como agentes auxiliares para elevar la lisura y suavidad y para otros fines diversos, en un volumen claramente superior a los colorantes; muchos de ellos tampoco son totalmente biodegradables. En la República Federal de Alemania y en otros países centroeuropeos se exige desde hace tiempo que los productos empleados como detergentes tengan un grado mínimo de biodegradabilidad del 80% en las condiciones existentes en la planta depuradora. Desde entonces, la calidad del agua ha mejorado sustancialmente.
La contaminación de las aguas por tensidas no se debe solamente a su carga orgánica sino también a sus efectos tensoactivos, que dificultan la capacidad autolimpiante de los ríos y, por otro lado, amenazan la vida de los microorganismos y peces.
Coloración
Una carga específica para el medio ambiente derivada de los procesos de ennoblecimiento textil se debe a los colorantes hidrosolubles. En caso de una fuerte coloración, que por lo general ya no se puede detectar en las aguas textiles después de una limpieza biológica, se reduce la incidencia de la luz sobre las plantas. Si las aguas de tintura constituyen una proporción del 20% o inferior en las aguas residuales municipales, la planta depuradora mecánico-biológica tiene la capacidad de aglutinar estas partes de colorantes en los lodos excedentes (mediante una especie de proceso de coloración) y de degradarlas a continuación en el tanque de digestión.
Si no es así, una considerable proporción de los colorantes puede salir de la planta depuradora y colorear sensiblemente el emisario.
Como el anexo 38 del Reglamento Administrativo General de Aguas Residuales vigente en Alemania establece ciertos valores límite para la coloración de las aguas residuales textiles, en determinados casos se requerirá una decoloración adicional de las mismas.
Entre los procedimientos adecuados para este fin resultan especialmente eficaces el tratamiento parcialmente anaeróbico mediante la adición de sales férricas (II) en combinación con cal, la biología de carbón activo y, últimamente, la tecnología de membrana (ultrafiltración, contra-ósmosis). La técnica de membrana permite, en determinados casos, una recuperación parcial de los colorantes y un reciclaje de las aguas residuales del proceso.
Temperatura del agua
Otro elemento contaminante importante es la temperatura de las aguas residuales. En los procesos de tintado, se evacua tal cantidad de agua caliente, que si no se adoptasen medidas apropiadas, la temperatura de la totalidad de las aguas residuales podría superar los 40° C. Sin embargo, solamente están permitidos 35° C. En muchos casos, este calor se puede recuperar mediante intercambiadores de calor y reconducirse al proceso.
Valor pH
Para las aguas residuales que salen de las plantas depuradoras en la República Federal de Alemania y en la mayoría de los países europeos, está prescrito un valor pH entre 6 y 9.
Como en las empresas se originan aguas residuales en parte ácidas y en parte alcalinas, según el nivel de tratamiento y los procedimientos empleados, las autoridades exigen por lo general una pileta de compensación para tratar aproximadamente el 50% de las aguas residuales que se producen en un día. Tras una neutralización recíproca parcial de los diversos caudales, el agua residual se canaliza a la planta depuradora con un valor pH más o menos equilibrado y en un volumen constante.
Mientras que las fábricas que tratan la lana, arrojan en total un excedente ácido que tiene que neutralizarse con álcali, el valor pH de las aguas residuales de las industrias elaboradoras del algodón se encuentra por lo general en un sector alcalino. En este caso, el modo más simple y, al mismo tiempo, más compatible con el medio ambiente, de lograr una neutralización de las aguas residuales es mediante gas de humo.
Accidentes
Los accidentes, sólo se producen básicamente como consecuencia de conductas negligentes. Designando un "encargado de la empresa para la protección de las aguas", estas conductas se pueden, si no evitar, al menos prevenir.
En algunos Estados federados de Alemania se han decretado Reglamentos para el Propio Control de las Aguas (AbwEV)** que obligan a las empresas de la industria ennoblecedora textil a introducir dispositivos de control y de medición, a llevar un diario para determinados parámetros de las aguas residuales y a comunicar los accidentes /27/.
2.4.2 Emisiones de gases y de vapores
En los procesos de ennoblecimiento textil se producen también emisiones de gases y de vapores debidas a las operaciones de tintado y secado, con un olor similar al existente en una lavandería. Estas operaciones de carácter más bien general, sin embargo no producen de hecho una contaminación del medio ambiente. La tabla 2 proporciona una visión de conjunto sobre las fuentes de emisiones gaseosas en las industrias textiles.
Más desagradable y sospechoso es el aire que se produce en la operación de termofijación de artículos de fibras sintéticas. Aquí se expulsan al aire oligomeros de las fibras y fragmentos de productos alisantes (entre otros, óxido de etileno), lo que puede suponer hasta un 0,2% del peso de la mercancía. Mediante la incorporación de instalaciones recuperadoras del calor, exigibles en cualquier caso por razones energéticas, se retiene una parte considerable como condensado oleaginoso. Sin embargo, al realizar la limpieza (limpiadores de alta presión), estas sustancias van a parar también a las aguas residuales.
En relación con el acabado de alta calidad de artículos de algodón, puede surgir formaldehído, una sustancia de efectos lacrimógenos e irritantes para la piel. Gracias al uso de modernos productos eterificados con bajo contenido de formaldehído, exigibles también por su compatibilidad fisiológica, se ha reducido considerablemente la carga de formaldehído.
Para la limpieza del aire de salida de las ramas tensoras se utilizan en Europa, cada vez con mayor frecuencia, las instalaciones de postcombustión térmica y/o catalítica. En ellas se queman las sustancias orgánicas tóxicas convirtiéndose en CO2 y NOx.
Otra fuente de emisiones de gases y vapores son las instalaciones de revestimiento: en ellas se producen disolventes. Una solución simple para eliminarlos -siempre y cuando no se trate de hidrocarburos clorados- es por medio del aire de combustión en la planta de calderas.
Para todas las emisiones mencionadas rigen en Alemania las normas del segundo Reglamento para la ejecución de la Ley Federal para la Protección frente a las Inmisiones (2.BlmSchV). Las correspondientes instalaciones deben vigilarse mediante la medición de las emisiones.
2.4.3 Emisiones de ruidos
Con excepción de los grupos de ventilación, que son usuales también en otros lugares, en la industria de ennoblecimiento textil no se producen emisiones significativas de ruidos.
2.5 Impactos generales sobre el medio ambiente
Aparte de las emisiones específicamente textiles, que son el objeto de este capítulo, pueden originarse también otras cargas para el medio ambiente, características de otras actividades industriales y artesanales.
Instalaciones de combustión
El consumo de energía térmica es relativamente elevado en especial en la fase de ennoblecimiento (» 13 kWh/kg mercancía). El rendimiento de combustión de las plantas de calderas para obtener el calor necesario para los procesos (vapor, agua caliente) y para la calefacción de las áreas de trabajo suele oscilar entre 6 y 10 MW (9-15 t vapor/h). Además, por su elevada eficiencia energética, las fábricas con unas necesidades simultáneas de energía eléctrica y calorífica, se emplean acoplamientos de energía/térmicos. En el capítulo sobre Centrales térmicas se incluyen más detalles relevantes para el medio ambiente respecto a estas instalaciones.
Instalaciones para el tratamiento del agua
Para el ennoblecimiento textil (procesos de lavado y tintado) se exige una determinada calidad del agua de proceso (exenta de hierro y manganesio, dureza reducida, clara), lo que con frecuencia no se da en las aguas superficiales, de fuentes o de ciudad. Las aguas sucias que se originan en las instalaciones de regeneración o de tratamiento, suelen tener un alto contenido de sales y deben ser canalizadas junto con las aguas residuales de los procesos a plantas purificadoras para su depuración parcial o total.
Transporte
Transporte de mercancías: El elevado consumo de materiales implica un transporte permanente de mercancías para garantizar el suministro de materias primas y de mercancías terminadas, y numerosos transportes dentro de la empresa entre las diversas fases de fabricación.
Transporte de personas: Es muy usual que en la industria textil se trabaje en dos o tres turnos. En los cambios de turnos se pueden originar aglomeraciones de tráfico.
En lo que se refiere al impacto ambiental y a las medidas de protección, nos remitimos aquí a los capítulos sobre la Planificación de emplazamientos industriales y la Planificación del tráfico.
Aspectos socioeconómicos y socioculturales
Las plantas de fabricación de materiales, es decir, los niveles de fabricación textiles de hilado, tejido, tricotado y ennoblecimiento, se han convertido en empresas que precisan elevadas inversiones de capital (al contrario que en el proceso de confección, en el que los gastos fundamentales son los salariales).
Las elevadas inversiones de capital hacen que las máquinas tengan que funcionar permanentemente, en especial en el sector del hilado y del tisaje, en los que se trabaja en tres turnos e incluso en cuatro, y en algunas empresas también los fines de semana. En una empresa media vertical, es decir, con hilandería, tejeduría y ennoblecimiento y una producción de aprox. 6 millones de metros lineales/año en los países industrializados trabajan actualmente unas 300 personas en tres turnos.
La proporción de mujeres ha descendido notablemente. A pesar de ello, las estructuras familiares tradicionales se ven fuertemente afectadas a causa del sistema de producción en varios turnos. Además, la estructura del personal se ha desplazado hacia unos trabajadores con mejor formación y en el caso de los niveles directivos es necesario incluso un perfeccionamiento profesional continuado.
Las leyes y sus posibilidades de aplicación en los diversos países son esenciales para el impacto ambiental de las empresas textiles.
Ello incluye, por un lado, los reglamentos y su aplicación para el mantenimiento de la pureza del agua, aire y suelos así como para la aplicación racional de la energía y, por otro, los intereses de las personas en cuanto a sus condiciones de trabajo; hay que mencionar aquí la insuficiencia o carencia de medidas para la protección del medio ambiente o del trabajo, jornadas de trabajo demasiado prolongadas, salarios reducidos y trabajo infantil. Estos factores, a su vez, influyen sobre la calidad de vida de los trabajadores directamente afectados y sobre la situación económica de la industria textil en general.