3. Análisis y evaluación de impacto ambiental. Fuentes de referencia
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El elemento básico de las actividades forestales es el principio de la persistencia. Esto incluye un uso acorde al potencial de los recursos naturales así como los equilibrios fluyentes de los ciclos de sustancias y la capacidad de autorregulación de los ecosistemas (VESTER). En consecuencia, la persistencia no implica un nivel anual de rendimientos siempre igual, por ejemplo en la producción de madera, sino que, entre otras cosas, intenta asegurar también una regeneración natural rica en especies con la aplicación de métodos de recolección de madera que perjudiquen lo menos posible los recursos naturales (SEYDACK y otros. 1990).
Dado que las actividades humanas de uso perturban estos ciclos, además de indicadores de la persistencia como puede ser la tasa de corta han de tenerse en cuenta también igualmente indicadores ecológicos y socioeconómicos:
· Balance de nutrientes
Los ciclos de nutrientes son una función del estado del arbolado, de la capacidad de intercambio de los suelos, de la acumulación de nutrientes y de las aportaciones atmosféricas aloctónicas de sustancias. Dado que la capacidad de intercambio, la acumulación y los aportes de sustancias no son apenas manipulables, los conceptos de gestión tienen que orientarse a una minimización de las pérdidas de nutrientes. Si debe evitarse el abonado artificial, que generalmente sólo puede realizarse con el uso externo de energías no renovables, las pérdidas de nutrientes sólo pueden compensarse, con una reducida extracción de troncos, a lo largo de periodos de producción prolongados por aportes aloctónicos de sustancias. Los lugares pobres en nutrientes marcan unos límites estrechos a la producción de madera de gran calibre y de biomasa (véase GOLLEY, RUHIYAT 1989 en WEIDELT 1989, ULLRICH). Indicadores son:
- reservas de nutrientes en kg/ha, divididas según compartimientos ecológicos como suelo, raíces, madera del tronco, ramas, hojas y
- flujos de nutrientes entre los distintos compartimientos en kg/ha/a, incluidos los aportes y las extracciones de materias.
· Régimen hídrico
El agua es un factor mínimo en muchos hábitats. Su disponibilidad varía con las características hidrogeológicas y bioclimáticas. Dado que estas componentes del medio natural no son modificables, la intensidad de uso tiene que adaptarse a la dinámica del régimen hídrico en las respectivas zonas de captación. También aquí es válida la afirmación de que los bosques naturales y casi-naturales multiestratificados son los que mejor pueden gobernar el régimen hídrico. Las componentes del régimen hídrico, es decir, la intercepción, la evapotranspiración, la escorrentía y la regeneración de las aguas subterráneas pueden controlarse a través del cuidado del bosque y de la selección de especies arbóreas (véase MITSCHERLICH, WENGER). Según los fines perseguidos pueden tomarse distintas componentes como indicadores de la persistencia, por ejemplo para cuantificar la regeneración de las aguas subterráneas en zonas secas.
· Erosión de los suelos
La erosión de los suelos es esencialmente una función del estado del arbolado, de las precipitaciones y de la energía del relieve. Forma parte del ciclo natural de sustancias de la Tierra. La erosión de los suelos es mínima bajo bosques altos, ricos en especies y de estructura estratificada. Indicador es la
- norma geológica específica del lugar (kg/ha/a), que puede determinarse mediante sencillos ensayos de campo en lugares ecológicamente no perturbados (p. ej. FAO), o, si esto es imposible en zonas totalmente degradadas, el
- umbral tolerable de pérdidas de suelo, que puede obtenerse empíricamente a través de la ecuación general de pérdida de suelo según WISCHMEIER (p. ej. en MORGAN).
Ambos factores marcan la pauta para la intensidad de uso y las respectivas medidas de protección técnico-biológicas.
· Superficie forestal
La demanda mínima de superficie forestal resulta de la demanda propia de productos forestales de la población y de las funciones de protección necesarias a nivel de economía nacional. El tamaño depende de los factores específicos del lugar y de los usos y costumbres de los habitantes del entorno. Además de criterios ecológicos tienen que considerarse también la demanda y el consumo de madera así como el grado de fragmentación (ELLENBERG, PIELOU) de zonas de bosque antiguamente continuas. Indicador es p. ej. el balance de superficie forestal, expresado en hectáreas como diferencia entre la superficie forestal actual y la necesaria desde el punto de vista de la economía nacional.
En caso de modificaciones de la intensidad de uso, tienen que conocerse aquellas magnitudes que permitan reconocer, a modo de alarma anticipada, nuevos problemas ya en la fase de formación. Además de los mencionados indicadores ecológicos, puede tratarse p. ej. de indicadores biológicos (plantas pioneras, determinadas especies animales como "seguidores culturales") o bien socioeconómicos (mayor oferta en el mercado de productos de recolección que anteriormente sólo se aprovechaban a nivel local).
Una evaluación macroeconómica de los recursos forestales incluye varios factores de inseguridad. Los métodos monetarios básicos sólo consiguen registrar insuficientemente los rendimientos externos del bosque. Tampoco se registran suficientemente los productos no madereros generados "informalmente" para el autoabastecimiento de la población. Por esta razón, en cuestiones de evaluación del sector forestal es necesario recurrir a métodos propios del cálculo de eficiencia de costos y del análisis de riesgos (BMZ, EWERS, KASBERGER-SANFTL).
4. Relación con otros ámbitos de actividad
Con el transfondo del crecimiento demográfico y de unos recursos naturales cada vez más escasos, se pone de relieve que la destrucción del bosque condicionada por la economía, como problema principal del sector forestal, no puede resolverse únicamente con medio técnicos. Son decisivas las acciones paralelas en sectores vecinos, a fin de poder controlar interdisciplinariamente las condiciones generales en el sentido de la conservación de hábitats humanos.
4.1 Complementariedad
Los conflictos de uso pueden evitarse si los respectivos planes sectoriales son complementarios. La sensibilización de las instancias de decisión es en este caso una premisa básica. La realidad político-económica (corrupción nacional e internacional, acuerdos comerciales internacionales, función de las divisas procedentes de la exportación de madera en economías nacionales poco diversificadas) limitan la puesta en práctica de enfoques de desarrollo completos. Instrumentos de enfoques integrados son p. ej.:
- política demográfica para limitar el crecimiento de la población y movilizar a la juventud como potencial de fuerzas de trabajo
- política económica para proteger los recursos naturales limitando la demanda y reduciendo las deudas
- planificación del ordenamiento espacial, p. ej. para la puesta en práctica de programas de forestación en grandes extensiones como aporte a la rehabilitación del medio ambiente y lucha contra la pobreza
- política energética para proteger los recursos naturales a través de un mejoramiento de la eficiencia y de la difusión de formas no biológicas de fuentes de energías renovables (sol, agua, viento y similares)
- política agrícola para asegurar el abastecimiento de alimentos a través de reforma agraria, incremento de productividad y renuncia a programas de traslados de población a gran escala.
En caso necesario puede recurrirse a los capítulos relativos a ámbitos de actividades afines, de los que aquí sólo se presenta una selección:
Subsector de la producción biológica
- Ámbito agrario
· producción y protección vegetal
· producción animal- Infraestructura
· ordenación del espacio y planificación regional
· planificación energética
· planificación de la gestión de recursos hídricos
· energías renovables
Subsector de la técnica de la recolección forestal
- Ámbito agrario
· técnica agrícola
- Infraestructura
· construcción y mantenimiento de redes viales
· maderas, aserraderos, mecanizado de la madera, productos de madera.
4.2 Entorno social
Los factores socioculturales desempeñan un papel muy destacado para el éxito de las actividades en el área de la silvicultura. Además de la aceptación son importantes, entre otros, los siguientes factores:
- derechos y deberes tradicionales en el uso del bosque
- sistema de control social del uso de los recursos naturales
- relaciones de ingresos del grupo destinatario
- abastecimiento sanitario y de alimentos
- condiciones de formación.
La complejidad del entorno social fija límites al registro de todos los datos sociológicos. Encuestas rápidas como "rapid rural appraisals" (CHAMBERS) pueden ser de importancia para proyectos menores, pero en general no son suficientes en el caso de enfoques integrados.
5. Evaluación sinóptica de la relevancia ambiental
Característicos del sector forestal son los periodos de producción extremadamente largos así como la gran demanda de superficie necesaria para la regulación de los ciclos de sustancias globales importantes. En consecuencia, los errores cometidos en la gestión no pueden limitarse en el tiempo ni el espacio, ya que las repercusiones de una selección incorrecta de las especies arbóreas se pondrán de relieve eventualmente sólo después de haber pasado más de un siglo.
Por lo tanto, para el éxito de las actividades forestales es decisiva la simulación de los procesos cíclicos naturales. La integración de la población en el proceso de producción forestal es un importante instrumento social de gestión, especialmente en muchos hábitats marginales amenazados de desertificación.
Los conceptos de uso han de tener por ello una orientación multifuncional y a las necesidades. Por esta razón, las plantaciones monotípicas pueden ser también apropiadas al lugar bajo determinadas condiciones generales como puede ser la producción de leña en zonas secas. Pero con frecuencia, los objetivos operativos integrados sólo pueden lograrse en bosques mixtos naturales o casi-naturales. Métodos con escasas repercusiones negativas sobre el medio ambiente son en general todos aquellos que renuncian a formas de uso similares a la corta total y que contribuyen a la formación y la conservación de formas heterogéneas de rodales.
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Glosario de algunos conceptos seleccionados
Análisis de eficiencia de costos: Comparación de alternativas microeconómicas en las que los inputs son de tipo monetario, mientras que los resultados no pueden medirse monetariamente (según WENGER).
Area basimétrica: Suma de las secciones de los troncos de todos los árboles de un rodal que estén por encima de un diámetro mínimo, en metros cuadrados por hectárea, como medida de la densidad del arbolado.
Biocirbernética: Sector de la cibernética (del griego "kybernetes", piloto) que describe el control y la autorregulación de procesos interrelacionados y vinculados por retroacción con un gasto mínimo de energía en sistemas biológicos (modificado según VESTER).
Biotopo: Dentro de un ecosistema, el espacio vital habitado por un organismo o por una biocenosis, determinado por factores físicos y químicos (según diccionario de bolsillo MEYERS).
Ecosistema: Una unidad de espacio natural consistente en una biocenosis y su biotopo, caracterizada por unos ciclos de sustancias equilibrados, es decir, por equilibrios fluyentes dinámicos (según diccionario de bolsillo MEYERS).
Efecto benéfico: también prestaciones sociales o externas de una empresa forestal, es decir, la producción de bienes relevantes para la economía nacional como son el agua, la protección de los suelos o el reposo.
Lugar: Complejo de aquellas magnitudes referidas a la ubicación y al espacio, es decir, naturales, económicas y sociales, que influyen sobre el proceso operativo forestal (MATTHIES 1968 en SPEIDEL 1972).
Objetivo operativo: Objetivo de producción en la empresa forestal que describe la totalidad y el orden de todos los requisitos materiales (madera, productos no de madera) e inmateriales (protección del suelo y del agua, protección de la naturaleza, recuperación) del propietario del bosque y/o del interés público. Se distingue entre objetivos de producción, seguridad y monetarios fijados cronológicamente (según SPEIDEL 1967).
Rodal: Colectivo de árboles con características similares que ocupan una superficie mínima continua y que exigen un tratamiento forestal similar.
Sabana: Forma de vegetación propia de los trópicos de humedad alternante, generalmente entre los trópicos húmedos internos y los trópicos geográficos, con vegetación herbácea continua así como con plantas leñosas que crecen distanciadas unas de otras (según diccionario de bolsillo MEYERS).
Sección: Unidad espacial permanente de la división del bosque, que es al mismo tiempo unidad de planificación, ejecución y control (según SPEIDEL 1972).
Silvicultura: Ciencia de la producción forestal cuya misión es estructurar y cuidar el bosque en forma planificada de modo que puedan cubrirse permanentemente las necesidades materiales e inmateriales de la sociedad (modificado según DENGLER 1972 y MAYER 1977).
Tipo de objetivo operativo: Objetivo operativo de un rodal o de una sección.
Uso de la biomasa: En la silvicultura se limita al uso de la madera, bien en forma de árboles completos ("full trees"), es decir, la madera del tronco incluyendo corteza, hojas y ramas, o árboles enteros ("whole trees"), es decir, árboles completos y madera de cepa (según GRAMMEL).