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Generalidades
El fibro concreto (FC) básicamente esta hecha de arena, cemento, fibras y agua. En el caso del micro concreto (MC) se emplea árido fino en lugar de fibra. Este es uno de los materiales más nuevos empleados para viviendas de bajo costo. Sin embargo, debido a la intensa investigación y amplia experiencia práctica en muchas partes del mundo, se ha convertido en una tecnología madura.
Los tipos y características del fibra concreto son extremadamente diversos, dependiendo del tipo y cantidad de fibra empleada, del tipo y cantidad de cemento, arena y agua, los métodos de mezclado, colocación y curado, y - no menos importante - de la destreza en la producción, supervisión y control de calidad.
El concreto reforzado de fibra más conocido y, hasta hace poco, el más exitoso fue el asbesto cemento (ac), que fue inventado en 1899. Los serios riesgos contra la salud (cáncer a los pulmones) asociados con la extracción y procesamiento de asbesto conllevaron el reemplazo del asbesto por una mezcla de otras fibras (cóctel de fibras) en muchos lugares.
En la década de los '60 se desarrollaron los concretos reforzados con fibra, que empleaban fibra de acero, fibra de vidrio, polipropileno y algunas otras fibras sintéticas, y la investigación sobre ellos aún continua. Sin embargo, a estos se les puede considerar generalmente inapropiados para países en desarrollo, debido a los altos costos y abastecimiento limitado de dichas fibras. Por ello, esta sección principalmente tratará del concreto de fibra natural.
Dependiendo de los recursos disponibles en diferentes lugares, se ha probado un amplio rango de fibras naturales. Estas esencialmente son fibras orgánicas, ya que el único ejemplo práctico de fibra inorgánica natural es el asbesto. Las fibras orgánicas son de origen vegetal (a base de celulosa) o de origen animal (a base de proteínas).
Las fibras vegetales pueden dividirse en cuatro grupos:
Las fibras animales incluyen pelo, lana, seda, etc., pero son menos recomendadas sino están perfectamente limpias, ya que los contaminantes, tales como la grasa, debilitan la adherencia entre la fibra y la matriz.
Del concreto de fibra natural o del micro concreto se puede hacer una variedad de elementos para la construcción, pero su aplicación más extendida es en la producción de tejas romanas y pantiles para techo. Luego de algunos años de trabajo experimental, a fines de 1970 en varios países se iniciaron aplicaciones en gran escala en proyectos de vivienda de bajo costo con láminas FC. Sin embargo, los resultados de esta experiencia de campo con las láminas FC fueron extremadamente diversas, yendo desde «muy satisfactorio» a un «completo fracaso» (techos con goteras, rotura de las láminas, etc.), creando controversias e incertidumbre acerca de la viabilidad de la nueva tecnología.
Esta situación originó que SKAT (Swiss Centre for Appropiate Technology Management) realizará, junto con un grupo de expertos internacionales, una evaluación sistemática de las experiencias de producción en 19 países en desarrollo, concluyendo en un informe sobre la situación del «FCR-Fibre Concrete Roofing» en 1986 (Bibl. 11.08). Las principales conclusiones de este estudio fueron:
La mayoría de las fallas en la producción y en la aplicación de FCR se debieron a la falta de transferencia de conocimientos prácticos, inadecuado entrenamiento profesional y como consecuencia insuficiente control de calidad.
El nivel de conocimiento actual esta suficientemente avanzado para asegurar el abastecimiento de tejados durables y de buena calidad, con una vida útil mínima de 10 años o más.
Un metro cuadrado de tejas o láminas FC pueden producirse a un costo de US$ 3 a 5 (esto es, de US$ 6 a 10 por techo FC incluyendo la estructura de soporte), que es más barato que cualquier material comparable para techado, pero ese beneficio en costo puede ser anulado completamente sino se toma en cuenta ciertos estándares mínimos de producción e instalación.
El contenido de fibra del FCR es requerido principalmente para mantener unida la mezcla húmeda durante la manufactura, para evitar agrietamiento durante la contracción al secarse y para proporcionar resistencias tempranas hasta que el techo esté instalado. En matrices normales de cemento portland, las fibras se corroen después de meses o de algunos años a causa del ataque alcalino. Por ello, el FCR debe ser instalado y tratado con los mismos cuidados y precauciones que los materiales de arcilla cocida o concreto reforzado.
La principal ventaja de la tecnología es que se puede fabricar localmente un sustituto de la lámina de hierro corrugado galvanizada (gci) más barato, y termalmente, acústicamente y estéticamente más satisfactorio, en cualquier escala de producción deseada (generalmente pequeña o mediana escala), con una relativamente pequeña inversión de capital y un gran efecto en la generación de empleo. Comparado con el de asbesto cemento (ac) una ventaja es la ausencia de cualquier riesgo a la salud.
El estudio del FCR también identificó la necesidad de un programa de seguimiento que atienda y asesore a los productores y usuarios actuales y potenciales del FCR. Así, en colaboración con ITDG, GATE y otras organizaciones AT, se estableció en 1987 el Servicio de Asesoría para Tejado (RAS), en SKAT, St. Gall. RAS publica manuales y documentos periódicos y funciona generalmente como un banco de consultas para la información y asistencia técnica sobre todos los aspectos del tejado de fibra y micro concreto.
Para un mejor entendimiento del rol jugado por cada uno de los materiales constituyentes, discutiremos aquí algunos de los puntos principales:
Fibras
El principal propósito del concreto reforzado con fibras es mejorar su resistencia a tracción y evitar el agrietamiento. Mientras los refuerzos de asbestos y acero cumplen esta función durante varios años, las fibras naturales mantienen sus resistencias sólo durante un período relativamente corto (a menudo mucho menos de un año), debido a su tendencia a degradarse en la matriz alcalina, especialmente en ambientes, cálidos y húmedos.
Para muchas aplicaciones (ejem. techos), ésta pérdida de resistencia no necesariamente es una desventaja. Las fibras mantienen unida la mezcla húmeda, evitando el agrietamiento durante el moldeado y secado, y da al producto suficiente resistencia para soportar el transporte, la manipulación e instalación.
Cuando las fibra pierden su resistencia, el producto es equivalente a un concreto no reforzado. Sin embargo, en ese momento el concreto habrá alcanzado su resistencia total, y como el agrietamiento se ha evitado en las etapas iniciales, podría ser más resistente que un producto similar hecho sin refuerzo.
La misma resistencia final del producto puede obtenerse sin fibra (MC). Sin embargo durante la fabricación y transporte se requiere de gran cuidado.
El contenido de fibra generalmente es de aprox. 1 a 2% del peso nunca del volumen, ya que las densidades de las fibras pueden variar grandemente.
Los productos de fibro concreto han sido producidos con fibras largas y cortas (cortadas), teniendo ambos métodos sus ventajas y desventajas.
Con fibras largas adecuadamente alineadas se obtiene mayor resistencia al impacto y resistencia a la flexión. Sin embargo, el método de trabajar varias capas de fibra en el concreto, de modo tal que cada fibra esté completamente encajada en la matriz, es relativamente difícil, y por ello raramente realizado.
En el método de fibras cortas, las fibras cortadas son mezcladas con el mortero, el cual es fácil de manipular como una masa homogénea. Debido a que las fibras se distribuyen aleatoriamente, imparten resistencia al agrietamiento en todas las direcciones. La longitud y cantidad de las fibras es importante, ya que fibras demasiada largas y en exceso tienden a formar trozos y bolas, y la insuficiencia de fibra producen agrietamiento excesivos.
En las fibras extremadamente lisas y uniformes (ejem. algunas variedades de polipropileno) que pueden extraerse fácilmente, son inefectivas. Por otro lado, una buena adherencia del mortero a la fibra producirá un modo de fallo frágil y repentino, cuando las fibras fallan se rompen en tracción.
Si se pueden encontrar métodos para superar el debilitamiento y degradación de las fibras naturales, será posible amplio rango de aplicaciones semiestructurales del concreto de fibra natural, ejem. vigas huecas, pasos de escaleras, etc. Por ello, se esta realizando una intensiva investigación sobre la durabilidad de la fibra (ver BIBLIOGRAFIA).
Como la corrosión de la fibra natural es causada por el apara alcalina en el concreto, es necesario reducir la alcalinidad. Esto se obtiene empleando cemento aluminoso o reemplazando hasta el 50% del cemento portland, con una puzolana altamente activa (ejem. ceniza de cascara de arroz o escoria granulado de alto horno). Se obtiene los mejores resultados añadiendo sílica fumo (humo) ultra fina (un subproducto de las industrias de metales de silicio y ferrosilicio), pero está puzolana no está fácilmente disponible en la mayoría de países en desarrollo.
Para sellar el sistema de poros de la matriz de concreto se han probado varios métodos (ejem. el uso de una mayor proporción de elementos finos, menor relación agua-cemento, etc.), y se han obtenido interesantes resultados añadiendo pequeñas bolitas de cera al mortero fresco. Cuando el concreto fraguado se calienta (ejem. por el sol), la cera se derrite y llena el sistema de poros, reduciendo así la absorción del agua que causa la degradación de la fibra.
Un requisito esencial es que las fibras estén libres de toda impureza, tales como grasa que interfiere con la adherencia entre la fibra y el mortero, y el azúcar (como en las fibras de bagazo) que retardan el fraguado del cemento.
Cemento
La matriz cementosa de las primeras muestras del compuesto contenían una gran proporción de cemento (2 partes de cemento: 1 parte de arena), debido a ello se le dio el nombre de «fibro cemento». La nueva generación de compuestos reforzados con fibra compactados mecánicamente contienen sólo 1 parte de cemento: 1 a 2 partes de arena (dependiendo de la calidad del cemento), de ahí el nombre «fibro concreto» se hizo más apropiado.
Para el MC generalmente es adecuado una proporción de 1 parte de cemento, 2 partes de arena y 1 parte de agregado.
La proporción de cemento necesita ser mayor si la arena no tiene una buena granulométria y si no se puede hacer la compactación con una máquina vibradora. Para la compactación manual mediante apisonado la relación cemento: arena debería ser 1:1.
El cemento portland ordinario de calidad estándar disponible en la mayoría de lugares es generalmente adecuado. Para la producción de componentes para techo, deben evitarse los de fraguado lento, ya que retrasan el desmolde y por ello requieren muchos más moldes y espacio de trabajo.
Para aplicaciones en las cuales el incremento en la durabilidad de la fibra es esencial (y el fraguado lento no cause problema), el cemento podría ser reemplazado parcialmente por una puzolana (ejem. ceniza de cascara de arroz). Debido a que las calidades del cemento, puzolana y fibras difieren grandemente, la proporción del cemento sustituido debe ser determinado por ensayos de laboratorio.
Arena y Arido Grueso
Para obtener la menor proporción de vacíos, debería emplearse partículas de arena angulosa de buena granulométria. Las partículas pequeñas llenan los espacios vacíos entre las grandes, requiriendo menos cemento y produciendo una matriz menos permeable.
Para productos FC sólo se emplea arena entre 0.06 y 2.0 mm.
Para productos MC se emplean entre 25 y 50% de árido grueso. El tamaño máximo de grano no debe exceder los dos tercios del espesor del producto.
La arena y el árido grueso deben ser de origen silicio o tener características similares. No deben contener minerales que puedan reaccionar químicamente con el cemento.
Las partículas finas de limo y arcilla deben reducirse en lo posible, ya que la arcilla interfiere con la adherencia entre la arena y el cemento.
La proporción correcta de arena debe determinarse mediante ensayos de muestra. Demasiado arena generará un producto poroso, frágil. Muy poca arena implica desperdicio del cemento que es más caro y una mayor tendencia a desarrollar grietas durante el fraguado.
Agua
Para proteger de la corrosión al acero de refuerzo, se emplea agua limpia potable para preparar las mezclas de concreto. En concretos de fibra las impurezas, tales como las sales, no necesariamente afectan a las fibras, y se han obtenido resultados satisfactorios con agua salobre. Pero siempre es recomendable emplear el agua más limpia disponible.
Una adecuada relación de agua a cemento es esencial para la calidad del producto. La tendencia es emplear demasiada agua pues ello hace más fácil trabajar la mezcla. El agua en exceso se evapora gradualmente, dejando poros que debilitan el producto e incrementan su permeabilidad. La relación correcta de agua a cemento es 0,50-0.65 por poso.
Aditivos
Los aditivos pueden ser útiles para acelerar o retardar el fraguado, o mejorar la facilidad de trabajar con la mezcla fresca, pero es probable que sean caros y difíciles de obtener. Generalmente, no se necesitan aditivos para los productos FC/MC, excepto en los casos en donde la durabilidad de la fibra requiere ser mejorada y la impermeabilidad es esencial.
Como lo discutimos antes (ver Fibras), la degradación de la fibra puede ser dilatada reduciendo la alcalinidad de la matriz de cemento. Esto se obtiene añadiendo una puzolana adecuada, tal como la ceniza de cáscara de arroz, ceniza volante o escoria granulada de alto horno.
Reducir la permeabilidad del producto también retarda la degradación de la fibra. Un método interesante (también discutido antes) es añadir pequeñas bolitas de cera a la mezcla fresca. En el concreto endurecido las ceras se funden con el calor, formando una película impermeable dentro y alrededor de los vacíos (Bibl. 11.07).
También se dispone de una variedad de otros agentes a prueba de agua, y su selección debe regirse por su disponibilidad, costos y efectibidad.
El color de los productos FC/MC puede ser cambiado como se desee añadiendo un pigmento (en polvo) a la mezcla fresca, aproximadamente 10% del volumen del cemento para pigmentos rojos, pero mucho más para otros colores. Sin embargo, los pigmentos usualmente son más caros que el cemento y constituyen un incremento significativo en el costo del producto final (Bibl. 11.15).
Aplicaciones
Tejas y láminas corrugadas para techos.
Baldosas planas para pisos y pavimentos.
Paneles ligeros para pared y elementos para enchapados.
En lucidos para mampostería de concreto o muros de concreto.
Jambas de ventanas y puertas, antepechos de ventana, parasoles, tuberías.
Muchos otros usos no estructurales.
Ventajas
Se puede emplear una gran variedad de fibras naturales localmente disponibles (incluso subproductos agrícolas) y baratas.
Si son fabricados y aplicados correctamente, los productos FC/MC puede ser los materiales durables más barato producido localmente.
La tecnología se adapta a cualquier escala de producción, desde unidades de producción con un solo hombre, como en el caso de la producción de tejas en pequeña escala.
El comportamiento acústico y térmico del tejado FC/MC es superior al de láminas de gci.
La alcalinidad de la matriz de concreto evita que las fibras sean atacadas por hongos y bacterias.
Problemas
En muchos países en desarrollo, el abastecimiento limitado y el alto precio del cemento puede hacer del FC/MC una alternativa inapropiada respecto de otros materiales localmente producidos.
Los productos FC/MC de buena calidad sólo pueden ser producidos por trabajadores bien entrenados, con un buen cuidado en todas las etapas de la producción y con un control de calidad regular y completo. Sin éstos, la falla es casi segura.
La introducción de este material relativamente nuevo enfrenta una gran renuencia y desconfianza, debido a experiencias pasadas negativas o a falta de información.
Una incorrecta manipulación, transporte e instalación de los productos FC/MC puede originar fácilmente grietas y roturas, volviéndose débiles o inútiles antes que inicien su vida útil.
Soluciones
En áreas de abastecimiento limitado, la producción local y distribución del cemento debe recibir apoyo y especial atención, ya que sin el abastecimiento suficiente, de buena cálida y a un precio estándar del cemento, la tecnología FC/MC no es viable.
La transmisión del conocimiento práctico mediante cursos de entrenamiento y asistencia técnica de expertos es un requisito especial al inicio de cada proyecto de FCR/MCR (Información disponible mediante RAS en SKAT, St. Gall).
Los problemas de daños durante el manejo, transporte e instalación pueden reducirse haciendo productos más pequeños. Las láminas para techado no debe ser mayores de 1 m., y debe ser transportadas (ejem. en camiones) paradas verticalmente y firmemente aseguradas, en lugar ser tendidas, para evitar las roturas.
Los techos FC/MC deben ser tratados como techos de tejas de arcilla, y los movimientos sobre ellos no deben ser hechos sin tablones para que repartan la carga.
Mientras más aplicaciones exitosas de FC/MC hayan en un país, mayor será la aceptación de la nueva tecnología.
Fibras naturales, hierba, hojas
Generalidades
Considerando que diversas criaturas vivientes construyen refugios de hojas, hierbas y fibras naturales, estos materiales son quizás los primeros materiales de construcción empleados por el genero humano, cuando las cuevas y otras moradas naturales no estaban disponibles.
Hay un abastecimiento continuo de estos materiales en casi todas las regiones. En algunos lugares, constituyen el único material de construcción útil disponible, en otros son empleados junto con diversos materiales adicionales.
Los aspectos comunes de estos materiales vegetales (a base de celulosa) son su renovabilidad y su baja resistencia a compresión, al impacto y su poca durabilidad. Las fibras, hierbas y hojas solas generalmente son demasiado débiles para soportar su propio peso, pero en grandes cantidades, cuando son torcidas, entrelazadas, empaquetadas o comprimidas, pueden ser empleadas para diversas aplicaciones estructurales y no estructurales en la construcción de edificaciones.
Casas de juncos de los indios Uros, Lago Titicaca, Perú
Mudhif (Casa de Vista) del Ma'dan (Pantanos Arabes), Irak: Juncos gigantes empaquetadas como estructura y andamio, esteras de junco como revestimiento
Morada de Sidamo, Etiopía: estructura en forma de canasta
Ejemplos de Moradas Tradicionales Hechas de Hierbas y Hojas (Bibl. 23.17)
Aplicaciones
Fibras naturales (tales como el sisal, cáñamo, hierba de elefante, estopa de coco) como refuerzo de construcciones con tierra o fibro concreto y otros elementos compuestos (ejem. tableros de fibra).
Fibras naturales, torcida para cuerdas, para unir elementos de construcción o producir piezas estructurales tensoras, especialmente en la construcción de techos.
Paja para techos de paja o para hacer tableros de partículas. En un proceso industrial, las planchas de paja comprimidas («stramit») son producidas mediante calor y presión, sin ningún aglomerante, pero con papel en ambos lados.
Juncos, empaquetadas o atadas como tableros, o raspadas y tejidas como esteras, para diversos usos como columnas, viguetas, revestimiento de paredes, protectores solares, o material para techado, o como subestructura para construcciones entretejidas y embadurnadas.
Hojas, principalmente hojas de palma, para techos de paja o para hacer esteras y paneles tejidos para pisos, paredes y techos.
Ventajas
Generalmente son materiales abundantes disponibles localmente, baratos (o incluso sin costo), rápidamente renovables (que también pueden crecer en un patio).
Técnicas tradicionales (en la mayoría de los casos), fácilmente entendidas e implementadas por personas locales.
El tejado de paja, si esta ejecutado adecuadamente, puede ser perfectamente impermeable y posee buenas propiedades acústicas y térmicas.
Las construcciones de junco tienen alta resistencia a tracción, una buena relación resistencia-peso, y, por tanto, usualmente buen comportamiento a los movimientos sísmicos. En caso de colapsar su peso ligero causa menos daño que la mayoría de los otros materiales.
Las planchas de paja comprimida tienen alta estabilidad dimensional y resistencia al impacto y al agrietamiento, no son fácilmente inflamables, y (si se mantienen secas) no son atacadas por agentes biológicos. Las planchas son empleadas como tableros de madera.
Fijación de Techo de Paja de Hojas de Palmera (Visto desde abajo), Brasil, (Foto: K. Mathéy)
Problemas
En la mayoría de los casos, hay una baja esperanza de vida, aproximadamente de 2 a 5 años, aunque con buenas construcciones y mantenimiento se alcanzan vidas útiles de 50 o más años (en el caso de techado de paja con junco).
Vulnerabilidad a los agentes biológicos (atracción y anidamiento de insectos, roedores, aves, y desarrollo de hongos y descomposición).
Riesgo de fuego, originado dentro del edificio o esparcido a través de la llamas o fragmentos incandescentes llevados por el viento.
Tendencia a absorber la humedad, volviéndose así más pesado, acelerando el deterioro y creando condiciones insalubre.
Baja resistencia a la destrucción por los huracanes.
Deformación y destrucción gradual debido a impactos, esfuerzos estructurales y fluctuaciones en temperatura y humedad.
Baja aceptabilidad debido a la idea generalizada de que estos materiales son inferiores, empleados sólo para viviendas de pobres.
Soluciones
Impregnación de materiales contra el fuego y los agentes biológicos, mediante tratamientos previos o aplicación superficial, similar a la preservación de la madera o el bambú. (precaución: estos son costosos, y fácilmente lavados por la lluvia, contaminando los alrededores y el agua para beber recogida de los techos. Además los tratamientos de resistencia al fuego pueden promover el crecimiento de hongos provocando una rápida degradación).
Aleros amplios e inclinaciones de techo de 45° como mínimo ayudan a proteger las superficies expuestas y a evacuar rápidamente el agua de las lluvias.
Reducción del riesgo de fuego en techos de paja mediante la aplicación de una capa de suelo estabilizado sobre la superficie exterior para evitar inflamaciones con los fragmentos llevados por el viento, y restringe el flujo de aire a través del techo de paja en el caso de ocurrir incendios.
Mantenimiento de condiciones secas y buena ventilación para evitar el ataque de agentes biológicos. En muchas moradas tradicionales, se ahuma dentro de las casas para evitar anidamiento de insectos y putrefacciones.
Generalidades
El empleo de bambú como material de construcción probablemente data de la invención de las primeras herramientas de construcción. Así, siendo una tecnología tradicional, vieja y bien establecida, ha producido un gran universo de formas y técnicas de construcción, que resultaron de todos los tipos de requerimientos y restricciones regidas por el clima, ambiente, religión, seguridad, estatus social y similares. Pero, a pesar de esta inmensa variedad de aplicaciones de un solo material, posee evidentemente un potencial casi ilimitado para el desarrollo de nuevas formas y métodos de construcción, haciendo usos de sus propiedades y características.
Características del Crecimiento
El bambú es una gramínea perenne encontrada en la mayoría de regiones tropicales y subtropicales, y también en algunas zonas templadas. Se conocen más de 1000 especies de 50 géneros. La mayor cantidad se encuentra en Asia Meridional y en las Islas entre Japón y Java.
El bambú difiere de las otras gramíneas por la larga vida de sus cañas (tallo hueco) y por su ramificación y lignificación (desarrollo de los tejidos lanosos). Como todo árbol de hojas, caduca, ellos cambian sus hojas anualmente y crecen nuevas ramas, incrementando su copa cada año.
El bambú es la planta de más rápido crecimiento y se ha registrado crecimientos de más de un metro en un sólo día. Las cañas de bambú pueden alcanzar su altura final (las especies gigantes crecen hasta 35 metros y más) durante los primeros seis meses de crecimiento, pero toma cerca de 3 años para que desarrolle la resistencia requerida para la construcción; su madurez total generalmente se alcanza después de los 5 ó 6 anos.
El bambú florece una sola vez en su vida. Dependiendo de las especies esto sucede entre 10 y 120 años, y todos los bambús de la misma especie, incluso si están plantados en diferentes países florecen simultáneamente. Las hojas que cambian antes del florecimiento no son reemplazadas por unas nuevas y las cañas mueren. La regeneración se realiza después de 10 o más años. En lugares en donde una especie de bambú constituye un recurso natural valioso, su muerte puede tener graves consecuencias económicas para la población. También los animales, como el raro panda gigante en la provincia de Sichuan de China, son amenazados por la extinción ahora que su fuente de alimentación, el bambú en forma de flecha, esta floreciendo y muriendo en masa.
Hay dos principales tipos de bambú:
A las raíces del bambú se les llama risomas, que crecen lateralmente debajo del suelo. Las risomas del bambú simpodio se multiplican con pequeñas uniones simétricamente hacia afuera en un circulo desde el cual crecen los retoños de bambú, formando agrupaciones. El bambú monopodio envía sus rizomas en todas las direcciones cubriendo una gran área con cañas ampliamente espaciadas.
Las cañas de bambú cilíndricas y huecas comprenden una pared exterior leñosa, fibrosa, dividida por nudos a intervalos que son paredes transversales duras, delgadas que dan a la planta su resistencia Las ramas y hojas se desarrollan a partir de estos nudos.
Bambú Simpodio
Bambú Monopodio
Siega y Preservación
El bambú sin tratamiento se deteriora en 2 ó 3 años, pero con una siega correcta y tratamiento preservativo, su vida útil puede incrementarse aproximadamente 4 veces.
Las cañas maduras (de 5 a 6 años de edad) tienen mayor resistencia al deterioro que las cañas más jóvenes.
Ya que el ataque de hongos e insectos se incrementa con el contenido de humedad, el bambú debe ser segado cuando tenga el menor contenido de humedad, esto es, en la estación seca en el trópico, en otoño o invierno en las zonas más frías.
Las cañas deben ser cortadas de 15 a 30 cm. sobre el nivel del suelo inmediatamente encima de un nudo, de modo que no pueda acumularse agua en el fragmento restante, ya que esto podría destruir los rizomas.
Las cañas recién cortadas, con sus ramas y sus hojas, se deben dejar paradas unos cuantos días (evitando que la superficie cortada esté en contacto con la tierra) para que las hojas transpiren y se reduzca el contenido de almidón de la caña. Este método llamado «curado por grupos», reduce los ataques de los insectos barrenadores, pero no tienen efecto sobre las termitas o los hongos.
Cuando se consideren tratamientos preservativos del bambú, debería darse prioridad a los métodos no químicos.
Montones de bambú son ahumados sobre fogatas o en cámaras especiales, destruyendo el almidón y haciendo que la capa de la pared exterior sea desabrida para los insectos. Sin embargo, pueden ocurrir grietas que eventualmente facilitan el ataque de los insectos.
La inmersión del bambú en agua (preferiblemente corriente) durante 4 a 12 semanas elimina el almidón y el azúcar que atrae los insectos barrenadores. Se necesitan piedras grandes para mantener sumergidos las cañas.
Aplicación de lechada de cal o capas de estiércol, creosota (un producto de la destilación de la hulla) y bórax, aunque no en el interior, debido a sus fuertes olores.
Una resistencia efectiva contra termitas, la mayoría de tipos de hongos y contra el fuego se obtiene principalmente mediante tratamiento químico. Sin embargo, debe tenerse mucho cuidado en la elección del preservativo, el método de aplicación y las medidas de seguridad. En la mayoría de países industrializados, una gran cantidad de preservativos altamente nocivos están prohibidos, pero proveedores e instituciones gubernamentales en países en desarrollo e incluso publicaciones recientes aún recomiendan su uso. No deberían emplearse preservativos químicos sin conocimiento completo de su composición, y aquellos que contienen DDT (dicloro-difenil-tricloretano), PCP (pentaclorofenol), Lindane (gamma-hexacloro-ciclohexano) y arsénico DEBEN SER EVITADOS.
Aún continua la investigación sobre preservativos no venenosos y no se ha llegado a un esclarecimiento completo sobre la toxicidad de los químicos recomendados y disponibles comúnmente. Sin embargo, parece seguro emplear preservativos a base de bórax, soda, potasa, alquitrán vegetal, cera de abeja y aceite de linaza. Sus resistencias a los agentes biológicos es menor que la de los químicos venenosos mencionados anteriormente, pero pueden ser igualmente efectivos junto con buenos diseños de edificaciones (exclusión de humedad, buena ventilación, accesibilidad para realizar mantenimiento y chequeos regulares, evitar el contacto con el suelo, etc.). Diversos métodos de tratamiento químico son posibles:
Pasar brocha y rociar las cañas, lo cual sólo tiene un efecto temporal, debido a la baja penetración de los preservativos.
Sumergiendo la porción inferior de las cañas recién cortadas (las que tienen hojas) en una solución preservativa la cual sude por los vasos capilares mediante la transpiración de las hojas. Este método (llamado «remojo») sólo funciona can cañas razonablemente cortas, ya que el líquido podría no subir hasta el extremo superior de las cañas largas.
Inmersión completa del bambú verde durante aproximadamente 5 semanas en tanques abiertos llenos con una solución preservativa. Se puede reducir el período de remojo raspando la corteza externa o partiendo las cañas. Alterando inmersiones calientes y frías se puede acortar el proceso y hacerlo más efectivo.
Remojo
Reemplazando la savia por una solución preservativa dejando que la solución fluya lentamente de un extremo de la caña al otro, expulsando la savia. Cuando la savia haya sido expulsada se puede recoger el excedente y volver a usar la solución preservativa. El proceso (llamado el método «Boucherie») toma 5 días. pero puede ser reducido a unas cuantas horas con un tratamiento bajo presión.
Figura 1
Figura 2
Casas de Bambú sobre Pilotes, Dhaka, Bangladesh
Aplicaciones
Cañas completas para cimientos de pilotes (pero de poca durabilidad), estructuras reticuladas para edificaciones, vigas, cerchas estructuras laminares, gradas, escaleras, andamiajes, construcciones de puentes, tardos, cercados, muebles, instrumentos musicales.
La mitad de las cañas como vigas, tejas para techos, canales, y para pisos paredes, refuerzo de concreto («bambúcreto»), estructuras laminares.
Listones partidos de bambú para esteras y paneles tejidos, biombos ornamentales, refuerzo de concreto, estructura laminares, cercados, muebles.
Tableros de bambú (cañas completas partidas y aplanadas) para piso, paneles para cielo raso y pared, puertas y ventanas.
Fibras de bambú y virutas para tableros de fibra, tableros de partículas y fibro concreto.
Ventajas
En muchas regiones el bambú abunda, es barato y puede ser reemplazado rápidamente después del segado, sin que se originen las funestas consecuencias conocidas por el excesivo uso de la madera (es ambientalmente aceptable). La producción anual por peso por unidad de área puede llegar a ser 25 veces la producción de los bosques en los cuales crece la madera para construcción. El bambú puede crecer en los patios.
La manipulación durante la tala, el tratamiento, transporte, almacenamiento y construcción es posible con métodos manuales simples e instrumentos tradicionales.
No hay desperdicios: se pueden usar todas las partes de la caña; las hojas se pueden emplear como paja o como alimentación de animales.
La superficie redonda, agradablemente lisa no necesita tratamiento superficiales.
La elevada relación resistente a la tracción: peso, hace que el bambú sea un material ideal para la construcción de estructuras de techo y reticuladas. Con un diseño y mano de obra adecuados se pueden hacer construcciones totalmente de bambú.
Debido a su flexibilidad y peso liviano, las estructuras de bambú pueden soportar incluso fuertes terremotos y, en caso de caerse, éstas causan menos daño que las estructuras hechas con la mayoría de los otros materiales. La reconstrucción es posible en poco tiempo y a bajo costo.
Problemas
El bambú tiene una durabilidad relativamente corta, especialmente en condiciones húmedas, pues es atacado fácilmente por agentes biológicos, tales como los insectos y los hongos.
El bambú se prende al fuego fácilmente.
La baja resistencia a la compresión y a los impactos limitan su aplicación en la construcción Un manejo inadecuado, mala mano de obra e inadecuado diseño de las estructuras de bambú pueden causar fisuración astillamiento lo cual debilita el material y lo hace más vulnerable a los ataques de insectos y hongos. Los clavos pueden causar astillamiento.
Las distancias irregulares entre los nudos, su forma redonda y la disminución gradual del ancho de las canas hacia el extremo superior hacen imposible construcciones con ajustes herméticos. El bambú, por lo tanto, no puede reemplazar a la madera en muchas aplicaciones.
El bambú causa un mayor desgaste de las herramientas que la madera.
Los tratamientos para preservar el bambú no son lo suficientemente bien conocidos, especialmente con respecto a la alta toxicidad de algunos preservativos químicos recomendados por proveedores y entidades oficiales.
Soluciones
Ciertas especies de bambú tienen una resistencia natural a los ataques biológicos, por lo que debe fomentarse su cultivo y empleo.
Sólo deberán emplearse las cañas maduras y tratadas adecuadamente. El bambú no debe estar almacenado por mucho tiempo (si es así, entonces no debe estar en contacto con la tierra) y debe ser manipulado cuidadosamente (evitando que se fisura o se dañe superficie externa dura). Debe ser empleado en estructuras cuidadosamente diseñadas (que aseguren condiciones secas, buena ventilación de todos los componentes, accesibilidad para realizar las inspecciones, el mantenimiento y los reemplazos de las piezas dañadas).
La protección contra el fuego se obtiene mediante un tratamiento con ácido bórico, el cual también es un efectivo fungicida e insecticida, y fosfato de amonio.
Si se emplean clavos, tornillos o tarugos es esencial taladrar previamente para evitar astillamiento. Para las construcciones de bambú es más apropiado unir las piezas mediante amarres.
El bambú no debe ser empleado donde se requieran componentes con ajuste hermético. En cambio, los espacios libres entre los elementos de bambú pueden ser empleados con ventaja para proporcionar ventilación.
No deberían seguirse ciegamente las recomendaciones para tratamientos preservativos con productos químicos. Deberían buscarse primero diferentes opiniones de expertos. Independientemente del tipo de preservativo empleado, debe tenerse cuidado de proteger la piel y los ojos del contacto de éste La necesidad de seguir completamente las precauciones de seguridad no es exagerada.