5. Evaluación sinóptica de la relevancia ambiental

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En las fundiciones de metales no ferrosos para obtención de aluminio, cobre, plomo y cinc, así como en las instalaciones de refinamiento y fusión de la reelaboración, se producen, originadas por los materiales de partida y el procedimiento, emisiones y materias crudas que pueden deteriorar el medio ambiente. Tienen particular importancia los metales pesados, que son peligrosos para la salud y a veces cancerígenos. Esto afecta en muchos países particularmente a estratos de población pobres, expuestos a un riesgo especial por causa de la alimentación deficiente y las enfermedades.

Mediante la selección de emplazamientos con partes de paisaje relativamente poco sensibles y escasa repercusión en el rendimiento regional de la economía natural, se pueden reducir los daños al medio ambiente. También deben excluirse las regiones fuertemente alteradas ya por sobrecargas existentes, previas o básicas, de compuestos fluorados y de metales pesados. A este respecto es preciso tener presente que la fitodisponibilidad de los metales pesados antropógenos es a menudo mayor que la de los metales pesados litógenos o pedógenos.

Los procedimientos pirometalúrgicos originan sobre todo impurezas atmosféricas en forma de gases, nieblas y polvo, que han de reducirse en instalaciones depuradoras de gases, o someterse a un procesamiento. Además de la necesidad ecológica, esta reducción de la emisión ofrece la ventaja económica de que con el procesamiento del polvo y de los gases se recuperan contenidos metálicos de alto valor o se obtiene ácido sulfúrico. La situación es similar para las fundiciones secundarias, pero con el problema añadido de los materiales de alimentación impurificados. En particular, las impurezas que contienen halógenos son, en combinación con sustancias orgánicas y según las condiciones operativas, una fuente potencial de emisión de dioxinas y furanos polihalogenados (concentraciones de emisión en el gas de escape del orden de los nanogramos).

En cambio las emisiones y residuos de técnicas hidrometalúrgicas pueden contaminar el agua residual y los vertederos. Es importante el uso múltiple del agua en el circuito. Si bien el estado actual de la técnica es someter las sustancias de proceso líquidas, como ácidos, álcalis o disolventes, a regeneración en el circuito y limitar así las cantidades residuales, éstas han de procesarse a continuación en etapas más o menos laboriosas, para la recuperación de metales valiosos y/o extracción de los contaminantes, neutralizando los productos de desecho. En cualquier caso debe comprobarse si el almacenamiento o emisión de productos iniciales, intermedios o finales puede ocasionar un perjuicio al agua subterránea y superficial. En las fábricas de semiproductos la aparición de contaminante y, por tanto, el gasto necesario para su reducción es considerablemente menor.

Es preciso examinar en cada caso particular si la contaminación de grandes superficies con metales pesados fitotóxicos o zootóxicos, especialmente cinc, cobre, plomo, cromo y níquel, afecta al aprovechamiento agrícola en las inmediaciones de la fábrica, en cuyo caso debe pensarse en el depósito, acumulación y reactividad en el suelo a largo plazo. El riesgo medioambiental originado por metales pesados en el suelo debe diferenciarse según la forma de fijación de sus elementos, que a su vez depende de la procedencia.

Los metales pesados pueden perjudicar la salud humana por procesos de enriquecimiento en el suelo y en las plantas, con ingestión incrementada a través de la nutrición. Merece especial atención el cadmio, que puede provocar lesiones renales. A fin de poder valorar también estos efectos indirectos a través del recorrido aire - suelo - alimentos - ser humano, se precisan cálculos previos de la contaminación añadida esperada. Llegado el caso, se recomendarán limitaciones de la explotación agrícola en la zona próxima a la instalación por razones preventivas. Aquí, mediante el diálogo con los grupos de población afectados, se pueden soslayar o aminorar a tiempo posibles conflictos mediante el desarrollo y planificación de nuevas posibilidades de trabajo. Si por causa de la elevada contaminación medioambiental, p. ej., para mujeres y niños se originan riesgos y peligros sanitarios adicionales (p. ej., durante el embarazo) hay que considerar y garantizar en su caso una prevención y atención médicas suficientes. Además de dichas cargas contaminantes se prestará también atención a la contaminación acústica producida por las instalaciones utilizadas. Según el tipo de instalación pueden aparecer emisiones de ruido con niveles de potencia de hasta más de 125 dB(A). Adoptando medidas de insonorización, que deben incluirse en un plan de reducción de ruido, se puede minimizar el nivel sonoro. En puestos de trabajo con nivel de potencia sonora superiores a 85 dB(A) debe ser obligatorio llevar la protección personal contra el ruido y realizar su control.

De gran importancia para la eficacia de las medidas de protección es la sensibilización y adiestramiento del personal de fábrica. Por regla general, la industria metalúrgica dispone ya actualmente de numerosos procedimientos y procesos eficaces para limitar considerablemente las emisiones contaminantes. Pero su aplicación puede resultar excesivamente costosa, p. ej., allí donde la emisión contaminante sea demasiado pequeña para un procesamiento económico, pero demasiada alta para resultar ecológicamente inofensiva. Conociendo el efecto a largo plazo de la contaminación del medio ambiente por los metales pesados, se debe conceder gran importancia en estos casos a la necesidad de la protección del medio ambiente, incluso más allá, si fuera necesario, de una optimización de la rentabilidad particular de la empresa.

Los puntos esenciales de los actuales trabajos de desarrollo apuntan a circuitos de material totalmente cerrados en la producción. Mediante un aprovechamiento continuamente mejorado de los materiales de alimentación, la fabricación de productos intermedios y finales puros sin ocupación de espacio para vertederos, con perfeccionamiento simultáneo de las medidas de protección contra las emisiones y el aprovechamiento del polvo y sólidos separados, se cerrará el circuito material a los efectos nocivos sobre la biosfera.

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