2. Impacto ambiental y medidas de protección
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2.1 Advertencias preliminares
A pesar que de la disposición de aguas residuales persigue objetivos principalmente ecológicos, puede generar diferentes factores problemáticos no controlables o difíciles de controlar:
a) Emisiones técnica y/o económicamente inevitables (emisiones residuales), que actúan desde las plantas de tratamiento de aguas residuales sobre los medios aire, suelo y agua, sobre los seres humanos y sobre los ecosistemas en su conjunto.
b) Mayor cantidad de aguas sucias, no pronosticada, en los hogares (por el cambio en los hábitos de vida).
c) Mayor cantidad de aguas sucias, no pronosticada, en las empresas artesanales e industriales (por aumentos de producción, oscilaciones, servicio de temporada).
d) Fenómenos de eutrofización en el sistema de los cauces de evacuación que deben absorber las aguas residuales tratadas en períodos prolongados de escasez de precipitaciones.
e) Consecuencias negativas del uso agrícola de lodos de depuración o compost de lodos de depuración de basuras con fines de explotación.
Los factores problemáticos citados deben ser tenidos en cuenta, de forma adecuada y desde el principio, en cualquier proyecto, a fin de minimizar de entrada cualquier posible impacto mediante las oportunas medidas de organización, construcción y operación, eventualmente recurriendo a medidas de emergencia. Por lo demás, las medidas de disposición de aguas residuales deben planificarse teniendo en cuenta las condiciones locales, de manera que cumplan las reglas técnicas universalmente aceptadas en tecnología de aguas residuales y/o los conocimientos técnicos actuales (en caso preciso, obtenidas después de un cuidadoso proceso de valoración).
Seguidamente se señalan los posibles impactos sobre el medio ambiente de las medidas de disposición de aguas residuales, clasificados según las principales etapas (7), (8).
2.2 Impacto ambiental inherente al proyecto
El fundamento prioritario de cualquier proyecto de disposición de aguas residuales es el estudio y/o decisión sobre si procede llevar a cabo
- un saneamiento descentralizado (saneamiento individual por propiedad, con fosas sépticas, fosas y/o plantas depuradoras, letrinas, etc.), o
- un saneamiento comunal centralizado (saneamiento colectivo en forma de una red de canalización con las construcciones necesarias, que capte las aguas residuales que se generen en la finca, las evacúe y las conduzca a una o varias plantas (centrales) de tratamiento de aguas residuales).
Aquí se producen distintos impactos sobre el medio ambiente, citándose a continuación los más esenciales.
2.2.1 Efectos de la recolección y evacuación de aguas residuales
2.2.1.1 Sistema de saneamiento descentralizado
La disposición descentralizada de aguas residuales puede tener los siguientes impactos negativos sobre el medio ambiente:
Para el usuario de la propiedad, las instalaciones de saneamiento individual representan mayores costos de mantenimiento y conservación que las instalaciones de saneamiento conectadas a un sistema central. En caso de operación inadecuada, pueden presentarse problemas tales como
- malas condiciones de desagüe de las minidepuradoras (cuando las fosas de asentamiento de lodo no se vacían de forma regular y profesional) y, por ende, la contaminación del agua en el cauce de vertido,
- frecuente activación de los rebosamientos de emergencia en los pozos de las bombas, cuando éstas no son sometidas al debido mantenimiento y, en consecuencia, contaminación de áreas que sólo deberían ser alimentadas en casos de extrema necesidad,
- contaminación del subsuelo, especialmente de las aguas subterráneas, por letrinas secas (ventiladas/no ventiladas), pozos negros (llamados cesspools), instalaciones de filtrado (especialmente pozos filtrantes tras tratamiento biológico aeróbico o anaeróbico de las aguas residuales), colectores permeables, etc., especialmente en caso de condiciones hidrogeológicas desfavorables,
- riesgos higiénicos por la operación de los sistemas individuales de saneamiento (p.ej., riesgo de infección por contacto inmediato al vaciar los pozos; por plagas de insectos y ratas),
- riesgos higiénicos en la disposición definitiva (eliminación) de los lodos procedentes de minidepuradoras o del contenido de los colectores de aguas residuales, cuando no se realiza debidamente,
- molestias estéticas y de olores
- falta de posibilidad de evacuación y tratamiento centralizado de aguas residuales industriales junto con las aguas residuales domésticas.
Por otra parte, un sistema descentralizado de disposición de aguas residuales tiene los siguientes efectos positivos sobre el medio ambiente:
- El circuito natural del agua apenas se interrumpe y/o perturba, por ejemplo mediante la captación y evacuación específica de las aguas pluviales (lo que reduciría considerablemente la parte de agua de infiltración de las precipitaciones).
- Se incrementa la motivación para reducir el consumo de agua (en caso de mayor consumo se generan mayores gastos, claramente apreciables, por la evacuación del contenido de los pozos).
- No se producen cargas puntuales o intermitentes de partículas de suciedad en los cauces de vertido, en los rebosaderos/desagües de aguas pluviales ni en las construcciones de rebosamiento de las instalaciones de tratamiento de aguas residuales.
- Se eliminan en gran medida los fenómenos de eutrofización y desertización en tramos de los cauces de vertido.
2.2.1.2 Sistema de saneamiento centralizado
Los impactos positivos de un saneamiento descentralizado citados en el apartado 2.2.1.1, no se producen en caso de saneamiento centralizado a nivel comunal. Por el contrario, en la conclusión inversa aparecen siempre como inconvenientes. Además hay que citar los siguientes impactos ambientales negativos de la recolección y evacuación colectiva de aguas residuales:
- Los empalmes de tuberías, si presentan deficiencias de diseño y fabricación, pueden provocar considerables filtraciones (entrada de agua subterránea; sobrecarga hidráulica de las conducciones, de las bombas y de la depuradora; fuga de aguas residuales; contaminación del subsuelo y/o de las aguas subterráneas).
- En caso de instalaciones elevadoras de aguas residuales (bombas) de mayor volumen pueden presentarse molestias por ruidos y olores cuando
la distancia de la urbanización vecina es demasiado corta, o
no se toma ninguna medida de amortiguación de ruidos, ventilación y desodorización, o las mismas son insuficientes.
Los principales impactos positivos de la evacuación colectiva de las aguas residuales son (9):
- protección de la población contra riesgos higiénicos, procedentes de agentes patógenos transmisibles directa o indirectamente por el agua como, p.ej., en caso de contaminación del agua subterránea que se utiliza para el suministro de agua potable, o del contacto directo con las aguas residuales,
- protección de la población contra las molestias estéticas provocadas por las sustancias contenidas en las aguas residuales, que se convierten fácilmente en putrefacción maloliente,
- protección de la población contra inundaciones de sótanos y almacenes en caso de precipitación,
- seguridad del tráfico de vehículos, bicicletas y peatones, incluso en caso de fuertes lluvias,
- posibilidad de evacuación y tratamiento de aguas residuales industriales junto con las aguas residuales domésticas y
- protección de las existencias aprovechables de agua subterránea contra la contaminación por sustancias contenidas en las aguas residuales (domésticas), especialmente compuestos de nitrógeno.
2.2.1.3 Métodos especiales de evacuación
Hay que tener en cuenta que existen muchas zonas de evacuación susceptibles de una combinación de los dos sistemas de disposición en cuestión. En una serie de casos también puede ser razonable, desde el punto de vista ecológico-hidráulico, concebir un sistema que sólo evacúe de forma centralizada las aguas sucias, y no las aguas pluviales.
Además, no hay que olvidar que en la opción de sistemas separados, la evacuación superficial o subterránea de las aguas pluviales también puede representar una solución razonable desde el punto de vista ecológico-hidráulico, siempre que se efectúe una separación consecuente de las aguas sucias y pluviales, o que en el proceso de desagüe se preste la debida atención a que estas últimas se conserven lo más "limpias" posible. Dicho con otras palabras: Lo que inicialmente es relativamente limpio, o sea las aguas pluviales, no debería mezclarse expresamente con un medio sucio (las aguas sucias), para que no se convierta a su vez en un medio sucio. Esto se debe a que un sistema de separación llevado a efecto de forma cuidadosa y razonable descongestiona en gran medida los cauces de vertido de las sustancias de suciedad, especialmente por los siguientes motivos:
- Las descargas de aguas pluviales y/o mixtas son innecesarias y de este modo se eliminan todos los vertidos de aguas mixtas que pueden conducir a considerables congestiones de los cauces de vertido, especialmente después de prolongados períodos de sequía.
- La planta depuradora central recibe (casi) exclusivamente las aguas sucias, lo que reduce considerablemente el volumen de aguas residuales en la entrada, lo nivela, y al mismo tiempo mejora considerablemente el grado de efectividad de la planta, haciéndola más segura.
2.2.2 Efectos del tratamiento de aguas residuales
2.2.2.1 Advertencias preliminares
Los baremos cualitativos y cuantitativos para un adecuado tratamiento de las aguas residuales - y en consecuencia para su impacto sobre el medio ambiente - resultan en primer lugar de los requisitos referidos a las emisiones e inmisiones, los cuales, por su parte, pueden emanar de las respectivas condiciones de saneamiento comunal, así como de las disposiciones legales, reglamentos relevantes, etc. En muchos países, éstos últimos rara vez están disponibles o sólo en forma insuficiente. Una aplicación directa, por ej., de disposiciones y reglamentos alemanes, de la Unión Europea o de los EE.UU. aporta a menudo soluciones inadecuadas. Por el contrario, hay que desarrollar medidas adaptadas a las respectivas condiciones marco y ejecutarlas con participación de la población.
2.2.2.2 Emisiones de las plantas depuradoras (centrales)
Las sustancias descargadas que afectan las aguas y los lodos de depuración en una planta pública (comunal) de depuración de aguas residuales requieren diferentes procesos e instalaciones para su eliminación y/o reducción. En la planificación de una planta depuradora, dichos procesos se conjugan en determinadas combinaciones o secuencias, respectivamente (etapas de tratamiento). En el cuadro 1 se exponen los métodos técnicamente aplicables para el tratamiento de aguas residuales comunales, en base al estado actual del desarrollo - con sus rendimientos de depuración (grado de efectividad) (5).
Los diversos métodos se relacionan aquí en el orden en el que se contemplan habitualmente para las etapas de depuración al planificar una planta depuradora, con el fin de obtener un resultado óptimo. El cuadro permite reconocer la importancia del impacto sobre el cauce de vertido, es decir, la proporción de emisión referida al estado de las aguas residuales a su llegada.
Cuadro 1
Grado de efectividad de diferentes métodos de depuración de aguas residuales (en %)
Procedi-miento | Sustancias en suspen-sión | DBO51) | DQO2) | Fósforo (Ptot) |
Nitrógeno (NH4-N) |
Depuración mecánica | 40 a 70 | 25 a 40 | apr.15 | apr.15 | apr.7 |
Depuración biológica aeróbica | 85 a 90 | 85 a 95 | apr. 80 | apr. 30 | apr. 40 |
Disminución adicional de las sustancias residuales
Microtamices | 20 a 40 | 5 a 10 | 5 a 10 | - | - |
Filtración | 50 a 80 | 10 a 20 | 5 a 20 | - | - |
Sedimentación química | 70 a 90 | 50 a 85 | 40 a 70 | 50 a 90 | 0 a 30 |
Adsorción carbono activo | 50 a 90 | apr. 95 | apr. 90 | apr. 90 | apr. 10 |
1) Demanda bioquímica de oxígeno tras 5 días
2) Demanda química de oxígeno
Respecto al grado de efectividad de los procesos anaeróbicos de tratamiento de aguas residuales (idóneos en países de clima cálido) véase (10).
Las plantas depuradoras no solamente inciden sobre el medio ambiente a través de sus emisiones sobre las aguas, sino también en forma de
- ruidos
- olores y
- contaminación del aire (aerosoles)
No obstante, por regla general hay que suponer que estas emisiones de las instalaciones de depuración tienen un impacto menor que sus emisiones sobre los cauces de agua (infiltración de aguas residuales).
2.2.2.3 Emisiones de las minidepuradoras
En los sistemas descentralizados de disposición de aguas residuales, pueden considerarse minidepuradoras o depuradoras domésticas (véase apartado 2.2.1.1). La eliminación del agua residual tratada puede efectuarse ya sea por descarga en un cauce de agua superficial o en el subsuelo (filtrado, goteo).
En cuanto a las emisiones y/o impactos ambientales admisibles para minidepuradoras, es preciso distinguir entre dos tipos:
a) Instalaciones sin ventilación de las aguas residuales, también llamadas tanques sépticos (con depuración exclusivamente mecánica o parcialmente biológica (anaeróbica)).
b) Instalaciones con ventilación de las aguas residuales y depuración mecánico-biológica. En instalaciones del tipo a) se puede alcanzar un grado de efectividad biológica del 20 al 25 %, en casos excepcionales de hasta un 50 %. En instalaciones del tipo b) pueden alcanzarse grados de efectividad similares a las plantas depuradoras centrales (véase apartado 2.2.2.2, Cuadro 1), bajo la condición de que se dimensione y diseñe con cuidado y se opere de forma adecuada.
La instalación de un sistema de filtración posterior en el subsuelo, un foso de arena de filtrado o un pozo de filtración, permite una depuración biológica posterior en instalaciones del tipo a), tras lo cual el agua puede ser descargada al subsuelo, siempre y cuando las condiciones hidrogeológicas sean idóneas. En general no es aceptable descargar las aguas residuales tratadas en instalaciones del tipo a) directamente en los cauces superficiales.
2.2.2.4 Impactos sobre los cauces de agua
Las aguas residuales no tratadas o tratadas de forma insuficiente pueden provocar en los cauces de vertido perturbaciones de la capacidad de autodepuración natural, basada en procesos naturales físicos, químicos y biológicos, así como otras anomalías.
Las partículas no disueltas del agua residual ocasionan deposiciones de lodo, especialmente en aguas de escasa corriente o estancadas, tales como estanques, lagos, canales navegables, así como brazos muertos, calas, embalses, etc. Cuando se trata de materias orgánicas sedimentables, se pueden descomponer, produciendo gases de putrefacción y fermentación, consumo del oxígeno disuelto en el agua - debido a la absorción de productos de descomposición -, inhibición de las expresiones vitales o incluso la muerte de microorganismos y peces. Ciertas aguas residuales industriales con contaminación orgánica favorecen el desarrollo masivo de hongos de aguas residuales a la deriva en corrientes que contienen oxígeno, especialmente en época fría. Las partículas desprendidas de las colonias de hongos producen la llamada deriva de hongos y a menudo conducen a deposiciones secundarias de lodo, especialmente en remansos, con las consecuencias ya mencionadas.
En los procesos aeróbicos, la desintegración bioquímica de las partículas desprendidas y orgánicas de las aguas residuales en los cauces de agua exigen la presencia de una determinada cantidad de oxígeno. Ésta se determina de la misma forma que en las propias aguas residuales, y se denomina demanda bioquímica de oxígeno.
Cuando el contenido de oxígeno y/o la capacidad de absorción de oxígeno de un cauce de vertido no es suficiente para la oxidación bioquímica de las materias orgánicas que se le aportan, la desintegración restante se produce por proceso anaeróbico. Esto provoca la formación de ácido carbónico, de ácido sulfhídrico y/o de sulfuros, amoníaco, nitrógeno y otros productos de desintegración, debido a la reducción bacteriológica de nitratos, sulfatos, compuestos orgánicos de oxígeno, etc. En el lodo en estado de putrefacción se forma además metano (14). Los procesos de desintegración anaeróbicos, causados por la insuficiencia de oxígeno, perturban la capacidad de autodepuración de un cauce de agua, de estructura esencialmente aeróbica, y en casos graves incluso pueden destruirla totalmente. Eventualmente, semejantes problemas se presentan también en un cauce de agua cuando se vierten aguas residuales debidamente tratadas, es decir, de acuerdo con las normas de la técnica. No obstante, en estos casos hay que suponer que la capacidad de autodepuración del agua es insuficiente con relación a las condiciones de vertido. En estos casos hay que plantear mayores exigencias para el vertido de aguas residuales, con el fin de garantizar y/o restituir los objetivos perseguidos en relación con la calidad de las aguas (véase apartado 3.3).
Un importante papel, aparte de los problemas ocasionados por la falta de oxígeno en la oxidación bioquímica, incumbe a la eutrofia, es decir a la acumulación en el agua de materias vegetales nutrientes, especialmente fósforo y nitrógeno. Este "exceso de abono" provoca un desarrollo masivo de sustancia vegetal, especialmente de plantas acuáticas (plantas foliares), así como de algas azules, verdes y filiformes. En este caso ya es imposible la desintegración regular (aeróbica) de las sustancias que van muriendo y se producen los procesos de desintegración anaeróbicos tan perjudiciales para el agua que se han descrito más arriba.
Además de fósforo y nitrógeno, una serie de sustancias de efecto tóxico para los organismos de la fauna acuática pueden ser muy nocivas para el agua, entre otros los metales pesados, hidrocarburos de halógeno muy volátiles (p.ej., tricloro), hidrocarburos de halógeno escasamente volátiles (p.ej., clorobenzenos), dioxinas, plaguicidas e hidrocarburos aromáticos policíclicos (p.ej., fluoranteno).
Dado que los organismos de la fauna acuática poseen una sensibilidad variable frente a los impactos/contaminaciones, pueden ser utilizados como "indicadores del grado de contaminación" (bioindicadores). Esto afecta especialmente a los impactos por falta de oxígeno como consecuencia de la desintegración de la sustancia orgánica y a las cargas tóxicas. En ello se basa el llamado "sistema de saprobiedad" (7).
2.2.3 Efectos de la disposición de excretas
Aquí valen en sentido análogo una serie de exposiciones de acuerdo con el apartado 2.2.1.1. Merecen destacarse los siguientes impactos (negativos) típicos de la disposición de excretas (en letrinas ventiladas/no ventiladas, pozos de filtración y colectores de aguas residuales):
- riesgos higiénicos por el uso y el vaciado de letrinas y colectores de aguas residuales (riesgo de infección por contacto directo con las excretas; plaga de insectos y ratas, etc.),
- contaminación del subsuelo, especialmente también del agua subterránea, en presencia de condiciones hidrogeológicas desfavorables,
- riesgos higiénicos durante la disposición definitiva (eliminación) de las excretas, si no se realiza debidamente, así como
- molestias estéticas y de olores.
Impactos positivos: véase en sentido análogo el apartado 2.2.1.1.
2.2.4 Efectos de la eliminación de aguas residuales
De acuerdo con el apartado 1.4, se entiende por eliminación de aguas residuales la reconducción del agua residual al circuito natural del agua. En principio, ésta tiene lugar con ambos sistemas de disposición (centralizado, descentralizado).
Con respecto a la eliminación de aguas residuales en un sistema de disposición descentralizado, véase en sentido análogo los apartados 2.2.1.1 y 2.2.2.4.
Aparte de las emisiones previsibles de ruidos y olores, los impactos de la eliminación de aguas residuales se manifiestan en un sistema centralizado de disposición de aguas residuales, especialmente en la carga del sistema de cauces de vertido con materias de suciedad por la descarga de aguas de la(s) planta(s) depuradora(s). Las descargas de aguas pluviales de un sistema mixto pueden ejercer ulteriores impactos sobre las aguas. Por lo demás, respecto a los efectos de la eliminación de aguas residuales en un sistema centralizado de disposición de aguas residuales, rigen análogamente las manifestaciones hechas en el apartado 2.2.2.4.
2.2.5 Efectos de la disposición de lodos
2.2.5.1 Disposición centralizada de lodos
El lodo que se genera en las plantas depuradoras colectivas debe ser tratado en el curso de su disposición. La etapa de tratamiento más importante es la estabilización; puede realizarse de forma anaeróbica, o también aeróbica, (7), (8). Durante el tratamiento anaeróbico (putrefacción) del lodo de depuración, se generan los llamados gases de pantano, que son en gran medida inodoros si el proceso de putrefacción se realiza debidamente, es decir, en el sentido de una fermentación alcalina y/o fermentación de metano (8). Entonces se genera sobre todo dióxido de carbono, nitrógeno y metano.
En aplicación del principio de aprovechamiento, la utilización agrícola del lodo de depuración comunal, una vez debidamente tratado, debería contemplarse en lo posible como la estrategia de disposición obligada para este tipo de lodo.
No obstante, hay que vigilar que esto no conduzca a una saturación de metales pesados, por ej. en el suelo, ya que éstos, a través de la cadena de alimentos, suponen un riesgo para personas y animales, especialmente tratándose de cadmio y mercurio, metales pesados altamente tóxicos.
Si observamos el efecto de los lodos de depuración desde la perspectiva de su valor como fuente de materia prima para la agricultura, podemos constatar que (15):
- El valor de los lodos de aguas residuales como abono reside principalmente en su contenido de fosfato y nitrógeno, seguido de calcio y magnesio; por el contrario, el contenido en potasio es insignificante. También juega un determinado papel el contenido de sustancias orgánicas en los lodos de aguas residuales. Por lo tanto, resulta como una consecuencia lógica el uso de los lodos de depuración en la agricultura por medio del reciclaje.
- Sin embargo, el uso agrícola uso del lodo de depuración no debe resultar mermado por un contenido excesivamente alto de sustancias tóxicas o por otros posibles impactos negativos, tales como
perjuicio de organismos del suelo y las plantas (fitotoxicidad),
perjuicios para la salud de seres humanos y animales por absorción a través de la cadena alimenticia (saturación en las plantas)
efectos secundarios sobre la higienepueden ser consecuencia, sobre todo, de un exceso de elementos potencialmente tóxicos.
- Lo decisivo para todas las materias contenidas, es su disponibilidad para las plantas. Por tanto, para la utilización agrícola de los lodos de aguas residuales debe tenerse en cuenta su contenido en
fosfatos disponibles para las plantas
nitrógeno disponible para las plantas
sustancias nocivas disponibles para las plantas.
En estas últimas hay que considerar no sólo el contenido de siete metales no férricos, potencialmente tóxicos (plomo, cadmio, cromo, cobre, níquel, mercurio, zinc) en los lodos de aguas residuales, sino también en los suelos que se pretende abonar con ellos.
Con respecto a los impactos del lodo de depuración de uso agrícola, también en combinación con la producción de compost de basura/lodo de depuración, véase además (16), (17), (18), (19).
2.2.5.2 Disposición descentralizada de lodos
El lodo que se genera en sistemas de depuración descentralizados (minidepuradoras) es tratado en general mediante proceso anaeróbico. Cuando la respectiva planta depuradora se opera adecuadamente, no se prevén molestias significativas por malos olores, ni tampoco problemas higiénicos (20), (21). Por lo demás se aplica de forma análoga lo manifestado en el apartado 2.2.5.1, especialmente en lo relativo a la disposición de lodos.
Como el lodo que hay que evacuar de la minidepuradora no siempre es uniforme y/o no está suficientemente higienizado y estabilizado (más aún en el caso de mezcla de excretas y transporte en colectores de aguas residuales), puede resultar ventajoso realizar una etapa de putrefacción posterior de forma centralizada, p.ej., en pozos de tierra y depósitos abiertos. Esto es especialmente cuando se prevé su utilización en la agricultura. Semejante método, bastante sencillo, de tratamiento posterior del lodo, es francamente recomendable en todos aquellos lugares donde el mayor esfuerzo de trabajo y las emisiones de olores, no siempre evitables, constituyen un problema comparativamente menor.
2.3 Medidas preventivas y de seguridad
2.3.1 Prevención de aguas residuales
Si no se generan aguas residuales, no es necesario tomar medidas para su disposición. Dicho en otras palabras: las aguas residuales cuya incidencia se reduce y/o evita mediante procesos y medidas específicas, descongestionan la capacidad los sistemas de disposición de aguas residuales.
En el ámbito doméstico, principalmente, sólo pueden evitarse las aguas residuales mediante comportamientos de la población encaminados al ahorro de agua, p.ej., por medio de la instalación y uso de elementos sanitarios que economicen agua, etc. Sin embargo, tales medidas no deben ir en detrimento de la higiene y de una adecuada recolección y evacuación del agua residual. Por otra parte, exige la necesaria motivación y comprensión de cada uno de los ciudadanos. La realización de campañas de ilustración, adecuadas y repetidas regularmente, por parte de los organismos y corporaciones responsables de la disposición de aguas residuales, pueden tener aquí efectos positivos.
Tampoco hay que subvalorar el impacto positivo que ejerce la introducción de tarifas progresivas para el suministro público de agua sobre el ahorro de agua por parte de la población.
Para reducir la generación de aguas residuales en el sector industrial, hay que elaborar estrategias específicas según el origen de las mismas. El núcleo de tales reflexiones es generalmente el circuito (reutilización) de aguas de proceso, en caso necesario recurriendo a medidas eficaces de tratamiento. A menudo puede ser muy indicada una rigurosa división en circuitos parciales (14), (22).
2.3.2 Medidas de seguridad
2.3.2.1 Advertencias preliminares
En las siguientes exposiciones del presente apartado, se designarán con el concepto "medidas de seguridad" todas aquellas medidas que sirvan para la reducción y compensación de los impactos relevantes para el medio ambiente, así como eventualmente la sustitución de intervenciones en la naturaleza.
2.3.2.2 Medidas de seguridad en la recolección y evacuación de aguas residuales
En la planificación, construcción y operación de sistemas de saneamiento, se tendrán en cuenta los siguientes objetivos:
a) recolección y evacuación no contaminantes de las aguas sucias y pluviales, principalmente por razones de higiene y prevención de epidemias,
b) conservación y mejora de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas,
c) construcción de canalizaciones, conducciones y cauces permanentemente estancos y saneamiento de los permeables y
d) optimización de los procesos de saneamiento.
Esto es especialmente válido para los sistemas centralizados de recolección y evacuación, pero se aplica de forma análoga a los sistemas descentralizados.
Los mencionados objetivos pueden lograrse fundamentalmente mediante las siguientes medidas y/o procedimientos:
Respecto al punto a)
- dimensionado idóneo y suficiente de canalizaciones y depósitos para amortiguar las crestas de evacuación (prevención de inundaciones de fincas, calles y terrenos);
- trazado adecuado de las canalizaciones, desde el punto de vista técnico, y disposición de las construcciones de descarga (en sistemas mixtos);
- instalaciones para el control de las evacuaciones;
- empleo de materiales que cumplan de forma óptima los requisitos técnicos e higiénicos para las aguas residuales.
Respecto al punto b)
- reducción de las magnitudes de descarga (frecuencia, suma de las evacuaciones, duración, transporte de los rebosamientos) en las construcciones de descarga de la canalización mixta
- eliminación de conexiones defectuosas en la canalización de separación (en caso de canales de aguas pluviales y sucias), p.ej., mediante filtración de aguas pluviales, circuitos de agua de refrigeración y consumo en empresas comerciales e industriales, reducción del consumo de agua (véase apartado 2.3.1)
- prevención de afluencias de agua procedentes de zanjas, manantiales, arroyos y conducciones de drenaje (evacuación sólo excepcionalmente y exclusivamente en canales de aguas pluviales del sistema de separación, teniendo en cuenta posibles inundaciones).
Respecto al punto c)
- empleo de elementos constructivos de gran calidad (especialmente tuberías) y de materiales/elementos de aislamiento con una buena durabilidad. Esto permite evitar, por una parte, la penetración de agua subterránea y de filtración en la red de saneamiento y, por otra, la salida de las aguas residuales, y de las sustancias que contienen, al subsuelo, y por tanto al agua subterránea.
Respecto al punto d)
- asignación de personal cualificado y motivado para las tareas de control, mantenimiento y conservación
- asignación de los medios suficientes (tarifas que cubran los costos) para la sufragar los costos que se generan (23).
2.3.2.3 Medidas de seguridad en el tratamiento de aguas residuales
Para evitar el impacto negativo sobre el medio ambiente, especialmente sobre las aguas superficiales, hay que observar sobre todo los siguientes principios:
- En la medida de lo posible, averiguar el estado y la cantidad de aguas residuales que se generan y que acceden a la planta depuradora, teniendo especialmente en cuenta las oscilaciones diarias de las cantidades de agua sucia doméstica (máximo y mínimo), cantidad y sustancias contenidas en las aguas residuales industriales (eventualmente se precisan instalaciones de tratamiento previo en las respectivas plantas), así como las condiciones de desagüe de aguas pluviales en la zona de saneamiento (7), (8).
- Tener en cuenta adecuadamente las condiciones climatológicas (cantidad y distribución de las precipitaciones anuales, horas de sol diarias, temperaturas medias anuales, mensuales y diarias, etc.).
- Adaptar la capacidad de depuración de la planta de tratamiento a la capacidad del sistema de cauces de vertido, considerando su impacto ambiental y posibilidades de (re)utilización, en particular con relación a la carga previa existente y prevista.
- En caso de utilización de las aguas tratadas y del lodo de depuración en superficies de uso agrícola, observar todas las normas profesionales e higiénicas pertinentes.
Las instalaciones de estanque de aguas residuales aeróbicas sin ventilación artificial (con o sin etapa anaeróbica previa) son apropiadas cuando se pretende aplicar métodos de tratamiento de aguas residuales lo más simples posible tecnológicamente, incluso cuando las instalaciones en cuestión resulten en mayores necesidades de superficie y personal, especialmente tratándose de países con clima cálido y soleado. Estos métodos pueden aplicarse con un excelente resultado de depuración (7), (8), (24), (27), (28). Las ventajas operativas y ecológicas de estas instalaciones son:
- manejo sencillo; bajos costos de mantenimiento y conservación de los componentes de la instalación,
- obtención de un proceso perfectamente apropiado para fines de riego,
- eliminación de gérmenes totalmente suficiente dado el tiempo de permanencia del agua residual necesario en este tipo de planta (reducción total de la carga bacteriana de 97-98 % y más),
- escasa emisión de olores, cuando las condiciones de operación son idóneas, y escasa generación de lodo estabilizado.
Para proteger los recursos naturales, especialmente en países de clima cálido, sería además conveniente aplicar en mayor medida procesos para el aprovechamiento de las sustancias útiles contenidas en el agua residual (utilización de aguas residuales). Aquí entran en consideración diversos procesos de putrefacción (obtención de gas biológico) tras suficiente desenfangamiento, y estanques de piscicultura (utilización de sustancias nutritivas) (10), (29), (30), (31), (32).
Los impactos negativos se producen especialmente cuando no se cumplen los principios expuestos inicialmente. En el caso de estanques de aguas residuales, hay que mencionar también que éstos seguramente poseerán una buena capacidad amortiguadora frente a la descarga de cantidades relevantes de agua residual. No obstante, hay que contar con dificultades de operación prolongadas cuando en los estanques se introducen aguas residuales con sustancias tóxicas, que provocan, especialmente, un deterioro del biosistema aeróbico. Pueden pasar varias semanas hasta que éste se haya recuperado y la planta, una vez reanude la operatividad, vuelva a ofrecer la capacidad de depuración requerida, lo que causaría congestiones no deseables en el sistema de cauces de vertido.
Con referencia a otros tipos de emisión no relacionados con los cauces de agua, se tomarán las siguientes medidas para de protección:
- Contra la emisión de ruidos: p.ej., encapsular motores y ventiladores.
- Contra emisiones atmosféricas: cubrir los tanques de tratamiento; encapsular las instalaciones de tratamiento tales como rastrillos, tanques de preventilación, etc. El aire de evacuación se filtrará (p.ej., cartucho filtrante para compost).
- Tratar el lodo generado por la depuración; estabilización aeróbica (putrefacción), secado. Las cantidades de aire y de gas de escape también se deberán filtrar y tratar térmicamente en caso necesario.
Además pueden llegar a ser necesarias algunas medidas de integración de la planta depuradora en el paisaje, para compensar la intervención sobre el mismo.
2.3.2.4 Medidas de seguridad en la disposición de lodos
Los lodos que se generan en las plantas depuradoras comunales y en minidepuradoras domésticas deberían - una vez tratados - destinarse a algún tipo de utilización. En este contexto se destaca la utilización en superficies de uso agrícola (véase apartado 2.2.5). Lo mismo se aplica al contenido de los pozos negros, siempre y cuando haya sido suficientemente tratado (véase apartado 2.2.5.2).
Los lodos de depuración comunales a menudo presentan problemas por su contenido en metales pesados y componentes orgánicos, en parte tóxicos y difícilmente desintegrables. Este es el caso, particularmente, en el ámbito de la descarga indirecta. Por este motivo, el la entidad encargada de gestionar la disposición (central) de aguas residuales debe dar especial importancia a que las aguas descargadas por los usuarios industriales no perjudiquen el funcionamiento de la planta depuradora central ni impidan la utilización de los lodos generados en superficies de uso agrícola (véase al respecto el apartado 3).
Podemos partir del principio de que el lodo de depuración es tan "bueno" o tan "malo" como el agua residual que generan los usuarios. Por lo tanto lo que importa es que el agua residual descargada indirectamente se vigile con el mismo esmero que la de aportación directa, prestando especial atención a los productores industriales.
En este contexto, es esencial que cualquier explotación de saneamiento comunal registre en primer lugar todos y cada uno de los sujetos industriales que efectúen vertidos indirectamente, exigiendo para los respectivos terrenos industriales, en la medida de lo necesario, instalaciones de tratamiento previo adecuado, y vigilando posteriormente las condiciones de evacuación de las plantas en cuestión, como mínimo mediante comprobaciones de muestreo.
En muchos casos también es aconsejable asesorar a los usuarios que efectúen vertidos indirectos respecto a la conducción de las aguas residuales en los procesos y a la prevención y reducción de las aguas residuales, para evitar desde un principio cualquier problema de emisión.